Detalles de un escándalo

La oscura trama en la que apareció involucrado el juez de Apóstoles salió a la luz en los primeros días de octubre pasado, cuando las autoridades del Banco Macro denunciaron ante la Justicia la extracción de sus cuentas de más de un millón de dólares, mediante un amparo concedido por el magistrado a la firma Touché & Moreno Ocampo.
El trámite, considerado irregular tanto por la entidad bancaria perjudicada como por el Procurador General de la Provincia, Miguel Ángel Piñero, quien acusó a Reyes y pidió su destitución, se cumplió bajo el concepto de «comisiones mal liquidadas», como argumentó la ex recaudadora de Rentas.
Al momento de echar luz acerca del procedimiento que siguió el juez renunciante, se supo que el banco nunca tuvo una relación contractual con Touché en su vínculo con el Estado misionero. Simplemente actuaba como agente financiero de la Provincia.
Por ese motivo, además de otras razones de fondo que revelarían el «incumplimiento de funciones» por parte de Reyes, el Banco Macro mal podía ser deudor de Touché que, mediante una forma de actuar «tendenciosa» del magistrado de Apóstoles, logró sortear mecanismos de procedimiento para extraer más de un millón de dólares de las cuentas de la entidad bancaria.
Los asesores del banco, frente a la gestión que avaló el juez, sostuvieron que en todo caso el reclamo que derivó en el despojo, debería haberse realizado contra la Provincia, que tampoco reconoce la supuesta mala liquidación y asegura que en realidad, Touché cobró más de lo que correspondía mientras conservaba la relación con el Estado. El Banco Macro amplió la denuncia contra el grupo Touché & Moreno Ocampo y apuntó directamente a Víctor Bonifato, un supuesto apoderado de la empresa que comanda el correntino Alvaro Caamaño.

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