Finales de octubre

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

Muchas cosas han sucedido en los últimos días de octubre. En 1983 se daban los primeros pasos para la recuperación de la democracia con el triunfo de Raúl Alfonsín en las urnas, de lo que se cumplirán 29 años el próximo martes. Fue también a finales de octubre el fallecimiento del expresidente Néstor Kirchner, quien, al igual que Alfonsín, le dio un nuevo sentido a la política y los valores democráticos.

 

Con la democracia se come, se educa y se cura, expresaba Alfonsín, pero él mismo se dio cuenta que por sí sola no garantizaba nada. No cualquier democracia es una democracia verdadera. En los años subsiguientes, incluso hasta el estallido de 2001 se vivía en un estado democrático, pero buena parte de los argentinos pasaba hambre, no iba a la escuela y carecía de los más elementales derechos. Hubo que esperar al pico de la crisis para dar un golpe de timón.

 

Recién desde 2003 se cambiaron  algunos paradigmas y los derechos de los argentinos comenzaron a valer más que los de los poderosos intereses que condicionan los gobiernos y ponen en tensión a los valores democráticos.

 

En la última década hubo un avance notable en el concepto de democracia, con fuertes discusiones entre la política y sectores concentrados. Hubo duros encontronazos, pero la sociedad dio su veredicto en las urnas y más allá de algunos trasnochados, a los problemas de la democracia, se les aplicó más democracia.

 

Algo, sin embargo, ha cambiado en la mirada de la sociedad. Desde aquellos primeros años, cuando comenzaba a respirarse aire puro de la democracia, los reclamos fueron evolucionando por una mejor calidad institucional y de vida. Desde salarios, empleo, mejores políticos e instituciones, a otros beneficios, impensados entonces.

 

En la década de los 90 que azotó a los sectores más vulnerables, el reclamo fue por la pobreza y la desocupación. Con esos problemas estructurales casi resueltos, hoy son otras  las preocupaciones. Hace algunos años no había comida ni escuela. Hoy, con centenares de escuelas inauguradas, los chicos comienzan a reclamar netbooks.

 

Ese corrimiento de las necesidades sociales revela dos cosas centrales. Primero, que las necesidades básicas comienzan a ser otras. Hay un pedido de igualdad de oportunidades que equipare a un chico de Misiones con cualquiera de las provincias centrales, históricamente más beneficiadas que el norte del país.

 

La segunda lección es que los ejemplos cunden. Los legítimos piqueteros de los 90, que reclamaban por la pérdida de sus fuentes de trabajo, se convirtieron en cortadores crónicos de rutas, como único elemento de presión política. Si un gremialista docente hizo del piquete su única forma de representatividad, poco se puede cuestionar la metodología usada ahora por estudiantes que cortaron rutas o quemaron cubiertas, incluso con el apoyo de un intendente opositor.

 

Así como evolucionaron los reclamos democráticos, también habrá que poner en discusión sus métodos, para que el resto de la sociedad no se convierta en rehén permanente de una reivindicación sectorial.

 

Pero de todos modos, es una señal positiva que haya piquetes en reclamo de netbooks o marchas para liberar la compra de dólares o evitar el pago del impuesto a las Ganancias. Son reclamos que parten de una situación mucho mejor a la de los años anteriores e increíblemente absurdos si se compara con la crisis que padecen países centrales, acostumbrados a imponer recetas, modelos y decisiones.

 

En España el desempleo superó el 25 por ciento y otros países europeos están en situaciones similares. La Argentina, en cambio, transita por un camino extrañamente normal, donde los reclamos parten de una calidad de vida mucho mejor.

 

Esto es un mérito de la democracia, pero no de una democracia abstracta, sino de un modelo político en el que los derechos de los argentinos por primera vez se priorizan por encima de los de afuera. Es una democracia con contenido social que se retroalimenta de sus mismos habitantes, que decidieron sostenerla aún en los peores momentos.

 

Aquella vieja consigna de Alfonsín comenzó a hacerse verdadera en los últimos años con la decisión de alcanzar la autodeterminación como país.

 

En eso tuvo mucho que ver Néstor Kirchner, de quien ayer se cumplieron dos años de su muerte. Fue el primero en plantarse de igual a igual ante los poderosos intereses que asfixiaban a la Argentina.

 

Fue quien se negó a someterse a los dictados del Fondo Monetario y para librarse, comenzó con un proceso de desendeudamiento inédito en el mundo. Hoy el país es uno de los pocos que no le debe al FMI y puede tomar sus propias decisiones económicas. Decisiones que implicaron un vigoroso plan de desarrollo interno, apoyo a la producción y recuperación del rol del Estado como elemento decisivo en la economía fueron las claves de los últimos diez años. Es un modelo que se profundizó con la presidenta Cristina Fernández, que recuperó los fondos jubilatorios, le dio vida a la Anses y lanzó la Asignación Universal por Hijo, recuperó YPF y Aerolíneas volvió a ser argentina.

 

Se ampliaron derechos como la sanción del matrimonio igualitario o el voto desde los 16 años, que se debate en el Congreso, ley con la que nuevamente Misiones se adelantó un paso. La iniciativa fue sancionada el jueves en la Cámara de Diputados y el gobernador Maurice Closs advirtió que “es el momento para que la sociedad debata junto a los jóvenes no solo el derecho a votar, sino qué otros derechos y obligaciones tendrá. Sin hipocresías, porque ampliar derechos significa contribuir a la sociedad”.

 

La sanción de la ley se dio con una amplia mayoría de 36 legisladores y habilitará a votar a unos 40 mil jóvenes misioneros de entre 16 y 18 años. Solo el radicalismo votó en contra.

 

La democracia ya no está en discusión, aunque el modelo todavía debe superar obstáculos. La retención de la Fragata Libertad en el puerto de Ghana es uno de los ejemplos. Es un símbolo que los fondos buitres -lo más execrable del capitalismo- quieren mostrar para evitar que el ejemplo argentino se propague. Pero esos fondos no están aislados, sino que tienen sus representantes, socios y voceros en la propia Argentina, dirigentes y economistas que comulgan más con las ideas del establishment financiero que con los colores de la bandera nacional. Son los mismos que cuestionan el patriotismo del Gobierno por dejar varada la fragata pero terminaron justificando a los carroñeros.

 

Aunque el ejemplo argentino no se replique en otros gobiernos, sí lo hace en los oprimidos ciudadanos de otros países. El que se vayan todos ya dejó de ser un invento argentino y hoy se lo escucha como grito de furia en las marchas de protesta en España o Grecia.

 

Y aunque el modelo argentino ostenta indicadores positivos en medio de la crisis y el Gobierno, está decidido a defender el empleo y la producción como mecanismos para enfrentarla, hay sectores que se unen en la oposición con el argumento del “todo está mal”.

 

Las flores que intercambiaron Mauricio Macri y el camionero Hugo Moyano representan a ese sector. “Nos une el mismo amor por el país”, dijo el intendente porteño, quien sueña con postularse en 2015 y no desdeña alianzas, aunque sea con quien antes detestaba.

 

El camionero no huyó a las fotos, pero prefirió dejar correr el agua antes de confirmar alguna candidatura en conjunto. De todos modos, el otrora aliado del Gobierno, no rechaza aliados, siempre y cuando sean antikirchneristas. Lo cierto es que Moyano, hasta hace unos meses personaje temible y despreciable por buena parte de la oposición y de los medios, hoy es “rubio y de ojos celestes”, sobre todo cada vez que dispara alguna de sus acusaciones. “¿Cómo podemos creer que este Gobierno tiene algo que ver con el peronismo?”, lanzó hace unos días Moyano. Hace apenas un año, decía que Cristina “está entre los seis o siete intelectuales más importantes de la historia del país” . No sólo eso. Destacó similitudes entre los gobiernos kirchneristas y los de Juan Domingo Perón.

 

Sin embargo, hoy la foto lo muestra con los referentes opositores a un modelo que dijo apoyar desde su primer día. ¿Será una evolución o una involución? El llamado de las urnas en 2013, una de las instancias democráticas centrales, dará su veredicto.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas