Una sesión con situaciones insólitas

La sesión de ayer en la Legislatura no fue una más. Por primera vez en mucho tiempo oficialismo y oposición coincidieron en una votación y nada menos que para elegir al ex gobernador Carlos Rovira como presidente. Pero no solo fueron inéditos los votos de Jorge Galeano, el religioso Ricardo Buiak o el radicalismo, que en campaña enfrentaron al ahora diputado.

Tuvo situaciones graciosas, como la silla rota del diputado Lito Redzuk o el piropo de Lucila Prattes a Griselda Martínez, quien presidió la sesión de traspaso de mando. También fueron expresivas las caras (largas) de los diputados del Frente para la Victoria, que tuvieron que soportar como tres de sus votos se escapaban a manos del oficialismo. Incluso, el ex renovador Esteban Lozina habló de «compensaciones» a algunos de sus pares para votar a Rovira y prometió sanciones dentro del FpV.

En los palcos, además de la familia de Closs y la esposa de Rovira, estaban las autoridades provinciales, de la Justicia y de fuerzas de seguridad, se encontraban los ex gobernadores Ricardo Barrios Arrechea y Julio Humada, además del obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, a quien agradeció Buiak haberle permitido «servir a la sociedad desde este rol». El religioso, alejado del brignolismo, conformará un bloque unipersonal llamado Pueblo Libre y Solidario. Algunas argumentaciones de la oposición también fueron llamativas. Galeano defendió su voto a Rovira en la coherencia y para «no actuar como un adolescente». «Este correligionario radical le da su voto al justicialista Carlos Rovira», dijo Pablo Andersen, quien fue acompañado por Orlando Schuster, quien en las elecciones se había volcado por Ramón Puerta. Para no desairar del todo al ex gobernador, que había cuestionado severamente a Ángel Repetto por acompañar a Rovira, Jorge Zuetta se votó a si mismo como presidente.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas