Descubren en Misiones el primer nido de una especie en extinción

Tras cuatro años de travesías, descubren en Misiones el primer nido de una especie en extinción. Como parte del Proyecto Águilas Crestadas Argentinas, dos científicos recorren estos ambientes en busca de las aves de presa más espectaculares

Las selvas del norte argentino guardan aún miles de secretos. Son los ecosistemas con la mayor diversidad de flora y fauna del país, con muchas especies de las que todavía se conoce poco. Como parte del Proyecto Águilas Crestadas Argentinas (PACA), un dúo de científicos recorren estos ambientes en busca de las aves de presa más espectaculares.

La odisea en busca de las águilas selváticas argentinas se remonta a 2017, cuando se inician las campañas

El proyecto se desarrolla bajo el órbita de la Fundación Cabure-í, una ONG que desde 2008 se dedica a la conservación de la vida silvestre, y sus responsables son Facundo Barbar, doctor en biología e investigador asistente de Conicet-Inibioma, y Manuel Encabo, técnico universitario en gestión, manejo y conservación de la biodiversidad.

El águila viuda es una de las cinco especies de águilas crestadas que habitan en Misiones, junto a la harpía, la monera, la crestuda real y la crestuda negraEl nido se encuentra ubicado dentro del sistema de áreas protegidas de Misiones, en un lugar casi inaccesible para las personas

 

“Pasamos cuatro años recorriendo las selvas, viviendo todo tipo de aventuras, hasta que en uno de esos viajes nos encontramos con un espectáculo muy inusual, en Misiones: cuatro águilas en vuelo. Algo interesante estaba pasando y finalmente, lo vimos: ¡un águila con su pichón! Hubo mucha emoción, no niego que incluso algunas lágrimas, cuando logramos identificar de quién era ese nido y qué sucedía allí”, describe Encabo.

Los investigadores explican la relevancia de este encuentro único: “El águila viuda es una de las aves de presa más desconocidas y en peligro de extinción en el país. Con este nido tenemos la posibilidad de conocerlas más, saber cómo viven, qué comen, qué podemos hacer nosotros para asegurar su protección y su conservación. Este nido también nos da la posibilidad de mostrar imágenes únicas de esta ave fascinante y hermosa, y acercarla a la gente”.

Viaje de película

Esta odisea en busca de las águilas selváticas argentinas se remonta a 2017, cuando se inician las campañas con el objetivo de actualizar lo que se conocía hasta el momento de la distribución de las especies que habitan en el país y conocer las amenazas de conservación que enfrentan estas aves rapaces. En el medio del proyecto, la pandemia de coronavirus obligó a pausar el trabajo de campo por un tiempo.

Ya durante 2021, volvieron las recorridas en la selva y el optimismo: “Pudimos volver al mismo lugar donde habíamos detectado águilas y luego de horas y horas de observación, vimos una plataforma de ramas en un árbol, que estaba muy lejos… Pero notamos que algo pasaba ahí, porque veíamos mucho movimiento”, recuerdan los responsables del programa. En esos días, Encabo y Barbar vieron pasar un águila con una presa, lo que les dio la pista de que algo interesante ocurría en ese sitio.

“Pensamos que estaba llevando comida a su pareja o pichón, al otro día fuimos y vimos una entrega de presa y cuatro águilas en el mismo momento, aparentemente disputando territorio, mostrándose y vocalizando. Pudimos ver todo eso, pero en ese momento no vimos el nido”, describe Manuel.

Si bien no pudieron confirmar si era un nido o si estaba activo, la idea permaneció en sus cabezas. Gracias a esa tenacidad característica de quienes se apasionan por lo que hacen, este año volvieron al mismo lugar y hace menos de un mes confirmaron el fantástico hallazgo: “El nido está realmente muy lejos e inaccesible para las personas. Por eso volvimos con un drone para verificar qué especie era la que estaba anidando y qué sucedía; ahí nos encontramos que era una pareja de águila viuda con su cría!”.

Encontrar nidos de águilas en las selvas llenas de árboles lejanos y altísimos no es una tarea fácil, pero es necesaria para conocer los datos ambientales y biológicos que permiten a la ciencia saber más sobre la ecología de las especies y así poder protegerlas.

“Hicimos muchos censos buscando estas especies, pasamos días mirando incansablemente el cielo, con paciencia, y recorrimos todas las rutas de Misiones, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy, donde hay selva. Pasamos por mil aventuras, como quedarnos varados en rutas, caminar arroyos, recorrer parques nacionales y reservas naturales, acampar con los mínimos recursos en los lugares más inhóspitos y a los que pocos tienen la posibilidad de acceder”, detalla Encabo sobre su particular trabajo.

La importancia de conocer para cuidar

El nido se encuentra ubicado dentro del sistema de áreas protegidas de Misiones, en un lugar casi inalcanzable para las personas. El águila viuda se alimenta principalmente de aves más pequeñas y es una de las cinco especies de águilas crestadas que habitan en esa provincia, junto a la harpía, la monera, la crestuda real y la crestuda negra. Todas son consideradas depredadores topes, que necesitan de grandes extensiones de selva para encontrar suficientes presas y árboles de gran porte para poder anidar.

“La presencia de estos animales nos permite saber que el ambiente está en buen estado, ese dato es clave, y que estén anidando justamente dentro de un área protegida nos demuestra que necesitamos más protección para el ambiente, los árboles, la fauna; necesitamos más extensión y cuidar más a las que ya existen”, explica Encabo.

Los científicos lograron con mucho cuidado y a distancia tomar algunas imágenes del nido, e incluso pudieron observar el momento en que el adulto alimentaba a su cría.

“Me temblaban las piernas mientras piloteaba el drone y pude ver a la hembra con su pichón. No podía creer lo que estaba viendo, estaba cubierto de mosquitos y recién me di cuenta horas después, ya que solo tenía atención para lo que estaba sucediendo”, afirma el investigador, aún emocionado por el descubrimiento. “Hace casi 20 años que trabajamos con águilas y, por más que vimos muchas, todo esto nos sigue emocionando como si fuese la primera vez que salimos al campo”, admite.

Este es un hallazgo que, una vez más, resalta la importancia de contar con áreas naturales protegidas, con adecuado financiamiento para la investigación y la gestión con el objetivo de garantizar la preservación de la biodiversidad.

Fuente: La Nación

 

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