Se triplicó en la última década en el país la cantidad de trabajadores que viven en la pobreza, según un estudio de la UCA

Un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) revela un aumento en la cantidad de trabajadores que viven en hogares pobres, triplicándose entre 2012 y 2023. El informe destaca las disparidades según el nivel educativo y sector laboral, evidenciando una problemática que afecta especialmente a los más vulnerables.

Los trabajadores que viven en hogares pobres se triplicaron entre 2012 y 2023, un fenómeno que atacó con más virulencia a las personas con menor nivel educativo completo, según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

Las conclusiones del informe, titulado “Informalidad y trabajadores pobres (2023)”,  señalan que “la proporción de trabajadores residentes en hogares en situación de pobreza disminuyó marcadamente entre 2004 y 2012 (tanto por la generación de empleo como por la expansión de los programas de empleo y de los programas asistencialistas). Contrariamente, en el período 2012-2023, a pesar de efímeros años de bonanza, se observa un incremento del porcentaje de ocupados en situación de pobreza. Culminando, en 2023, con un 32,5% de los ocupados en esta situación”.

En cuanto a la situación según el ámbito laboral, el estudio destaca que “la incidencia de la pobreza es marcadamente diferencial según el sector productivo en el que se desarrollan las actividades y la condición laboral del trabajador”. En ese sentido, en 2023, el 17,8% de los trabajadores del sector público y el 19,7% de los asalariados del sector privado formal se encontraban en esa situación.

Para el mismo año, la incidencia de la pobreza es menor en los trabajadores por cuenta propia del sector privado formal, 4,9%. Contrariamente, se incrementa marcadamente al disminuir la calidad y la productividad del establecimiento en el que trabajan, el 37,5% de los asalariados del sector micro-informal, el 44,2% de los cuentapropistas del sector micro-informal y el 78% de los destinatarios de los programas de empleo, se encontraban en situación de pobreza.

El sector privado micro-informal es aquel que tiene actividades laborales caracterizadas por la baja productividad, alta rotación de trabajadores y poca participación en el mercado formal o estructurado; en términos operativos, son ocupaciones en establecimientos pequeños, de servicio doméstico o independientes no profesionales.

Incidencia en varones y mujeres

En tanto, analizando la situación de pobreza en los trabajadores según diferentes atributos, se observa que existen algunas leves diferencias. A este respecto, “en 2023, el 33,1% de las mujeres ocupadas y el 31,9% de los varones ocupados residían en hogares en situación de pobreza”.

Especificado por el sector y la condición laboral, “se observa que en el sector público, en el sector formal asalariado y en el sector formal no asalariado, las mujeres sufren un menor nivel de incidencia de la pobreza que los varones”.

No obstante, esta relación se invierte en el sector micro-informal asalariado y casi desaparece la diferencia en los ocupados en el sector micro-informal no asalariado y en los destinatarios de programas de empleo.

Diferencias según la edad y educación

Con respecto a la edad, se encontraban afectados por la pobreza en el mismo año el 33,7% de los jóvenes ocupados, el 33,8% de adultos ocupados y el 21,5% de los adultos mayores ocupados.

“La incidencia de la pobreza según las edades es relativamente similar al especificar a los ocupados según el sector y la condición laboral, excepto entre los adultos mayores destinatarios de programas de empleo, en los cuales se observa una tendencia a encontrarse en su totalidad en situación de pobreza”, aclara el estudio.

En cuanto a las diferencias según el nivel educativo de los trabajadores, un tema que volvió al centro del debate luego que el diputado nacional de La Libertad Avanza  Bertie Benegas Lynch, se pronunció en contra de la educación obligatoria, afirmando “libertad es que si no querés mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller, puedas hacerlo”, el informe de la UCA es concluyente: “En 2023, siguieron verificándose las brechas según el nivel educativo alcanzado: sólo el 21,3% de los ocupados que culminaron los estudios secundarios vivían en hogares en situación de pobreza, mientras que este valor llegaba al 53,5% de los que tenían secundario incompleto”.

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