El economista del IERAL-Mediterránea destacó que por primera vez en décadas, Argentina tiene equilibrio fiscal y una economía competitiva al mismo tiempo, lo que convierte al programa económico actual en uno que tiene posibilidades de “dar buenos resultados”. Advirtió empero, que si el Gobierno no evitar el atraso cambiario, la economía perdería la competitividad. Indicó que otra condición es que los salarios empiecen a ganarle la carrera a los precios, aunque sea por poco margen.
Marcelo Capello, vicepresidente del instituto IERAL, destacó que el programa económico que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei consiguió algo que no se lograba hace décadas: que el equilibrio fiscal conviva con condiciones favorables de competitividad para la economía. “Dos grandes errores se cometieron normalmente son el déficit en el Estado que generaba endeudamiento o inflación o las dos cosas y falta de competitividad que hace que no puedas exportar y te terminen faltando divisas”, resumió.
Destacó la firmeza del nuevo gobierno en eliminar el déficit fiscal, “si lo logra, habrá dado un gran paso adelante en eso de no cometer los mismos errores”.
Reconoció que lograr el equilibrio fiscal “está resultando muy duro para la población, porque han caído salarios y jubilaciones. Tenemos menos poder adquisitivo. Socialmente está siendo duro, va a aumentar la tasa de pobreza, va a aumentar el desempleo, pero quizás después comience a mejorar y pueda ser duradero. Si hay que hacer un esfuerzo para que después mejore y que mejore durante muchos años seguidos, va a valer el esfuerzo de ahora… hay chance de que las cosas salgan bien”, dijo.
Para Capello, resultará de vital importancia que provincias y municipios se acoplen, porque “este es el año para bajar y eliminar el déficit fiscal, porque el año que viene se vota y de nuevo no van a bajar el gasto”.
El economista reconoció que el camino de reducción del déficit está teniendo un costo social importante, que la gente por ahora se muestra mayormente dispuesta a asumir, pero advirtió que eso podría cambiar si el Gobierno no consigue evitar un nuevo salto devaluatorio con impacto en la inflación.
Anticipó que después de la pronunciada caída del salario que se registró en diciembre y enero y de una más moderada en febrero, en abril se podría empezar a recuperar el poder de compra, aunque será un proceso lento. “Al final del año yo creo que los salarios y las jubilaciones no van a haber recuperado lo que perdieron en los últimos meses”, dijo.
El economista señaló que si el Gobierno pretende que la economía no pierda competitividad, deberá evitar que el tipo de cambio se continúe atrasando. Consideró que hoy no se puede hablar todavía de un contexto de atraso cambiario pero advirtió que si el dólar “sigue subiendo 2% por mes y la inflación está en 13%, sí vamos a empezar a hablar de nuevo de atraso cambiario y eso lo tiene que evitar el gobierno, porque en Argentina cuando la gente percibe que se atrasa el dólar, empieza a apostar a que va a haber una nueva devaluación y se empieza a trabar todo”
Atendiendo esa cuestión, dijo que sería preferible que la inflación vaya bajando menos rápido, pero que baje sin atrasar de nuevo al dólar. “Lo más lógico sería tratar de evitar un nuevo salto cambiario fuerte, porque eso implicaría que de nuevo la inflación va para arriba y la gente ya la pasa muy mal y hay que ver cómo lo tomaría. Pero sí me parece a mí que en abril o más tardar mayo en vez de 2% mensual, el dólar oficial pase a subir 5% o 6% por mes, incluso hasta un poquito más, más cerca de lo que sea la inflación en ese momento”.
El vicepresidente del IERAL desestimó la posibilidad de que la Nación pueda eliminar el cepo y unificar el tipo de cambio en pocos meses. “Hoy seguramente están negociando con el FMI algún aporte nuevo, una nueva deuda para tener dólares para poder unificar. También ocurre que para unificar hay que empezar a bajar el impuesto PAIS que ahora está generando muchos recursos para el Estado. Si eliminan el impuesto PAIS va a ser más difícil el equilibrio fiscal, por eso quizás no se unifique tan rápido, pero cada vez hablan más en el Gobierno de unificar y de competencia de monedas, no de dolarizar, sino que se autorice el dólar para otras transacciones que hoy no se puede utilizar, pero que el peso siga existiendo”, afirmó.
Anticipó que seguramente se volverá a cobrar impuesto a las Ganancias a los trabajadores. “Es un impuesto que normalmente existe en todos los países para personas de ingresos altos, o sea que ganan más que el promedio, en Chile, en Uruguay se paga ganancias para salarios que acá dejaron de pagar. Eso sí, en Chile por ejemplo, la primera alícuota es del 5%, acá la más baja es del 9% y además, por cómo funcionaba el impuesto en Argentina hasta agosto pasado, implicaba o que no pagabas el impuesto o lo pagabas con las alícuotas más altas de 27% a 35%”, indicó.
“Había perdido buena parte de su razón de ser en términos de progresividad, creo que si ahora lo implementan de nuevo, probablemente la alícuota menor sea del cinco y no del nueve, y que las alícuotas vayan subiendo más gradualmente. O sea que para pagar la alícuota más alta del 35% tengas que tener un ingreso realmente alto”, dijo.
