La Cachuera, más de un siglo de trabajo e innovación en Misiones

Desde el año 1900, cuando la familia Szychowski llegó al país, el objetivo de cada integrante ha sido desarrollar y expandir la producción y comercialización de yerba mate y arroz. Con la marca Amanda como estandarte principal, el proyecto se dirige a sus 125 años de vida en medio de un proceso de renovación y la expansión de la marca por el mundo.

 

El próximo año La Cachuera S.A., empresa reconocida en el país y la región por su célebre Yerba Amanda, festejará sus 125 años de vida. Resumir más de un siglo de trabajo e innovación no es sencillo, pero si hay algo que caracteriza al camino que la familia Szychowski comenzó en 1900 al arribar a Misiones es el esfuerzo. No solo para construir y sostener una industria potente y generadora de empleo sino también para renovarla y actualizarla a las demandas de los nuevos consumidores.

 

Desarrollar y expandir esta forma de trabajar durante tanto tiempo no es tarea fácil y gran parte de poder hacerlo se remonta a las propias raíces de la compañía, cuando Julián y Carolina Szychowski llegaron al país ni bien comenzado el Siglo XX junto a sus hijos Juan, Teófilo y Elena.

 

Luego de una larga travesía iniciada en Borczow, Polonia, junto a otras varias familias desembarcó en un pequeño hotel de inmigrantes en Buenos Aires, para luego continuar su viaje a lo que era Territorio Nacional actual provincia de Misiones. En ese momento Juan José Lanusse, gobernador de la provincia de Misiones ofrecía tierras a quienes estuviesen dispuestos a trabajarla. Luego de su llegada a la Colonia de Apóstoles, de examinar el territorio y descubrir un pequeño arroyo que ofrecía la posibilidad de construir un molino en el lugar, fue así como la familia Szychowski se instaló en el lote 280 de la ciudad de Apóstoles en Misiones, lugar donde construirían su futuro.

 

Aquellos primeros años fueron difíciles y la familia debió subsistir a base de cultivos propios como arroz, maíz, trigo y porotos. Al ver que el progreso se hacía esquivo, Julián y su familia decidieron volver a Polonia, pero la Primera Guerra Mundial truncó ese deseo y la estadía en Sudamérica se extendió a tal punto que fue Juan, Don Juan con el correr del tiempo, quien tomó las riendas del proyecto.

 

Luego de construir en 1919 lo que se presume fue el primer torno de precisión construido en el país, Don Juan, quien para ese momento estaba casado con Bronislada Kruchowski, conocida por todos como “Broña”, entendió que el siguiente paso era el desarrollo industrial y fue así que en 1932 estableció el primer molino arrocero con una capacidad de elaboración de 200 Kg por hora. Lejos de conformarse y fiel a su espíritu inquieto y emprendedor, en 1917 Juan lleva adelante las primeras 15 hectáreas de yerba mate.

 

 

Así nace Yerba Mate Amanda

 

Si bien Don Juan nunca abandonó el cultivo arrocero, la yerba mate comenzó a ocupar un lugar central en el negocio familiar. Tanto que para 1936 inauguran su propio molino de yerba mate con una capacidad de 300 Kg por hora. Desde entonces, toda la familia, incluídos los ocho hijos de Juan y Broña, Susana, Enriqueta, Carola, Lydia, Edmundo, Juan Alfredo Pancho, José Albino Toto y Ricardo B. Lalo., y las generaciones por venir pusieron sus esfuerzos en hacer crecer este segmento de la compañía.

 

Cada uno fue aportando su propia impronta y sumando ideas para aumentar la producción y ser más eficientes. Ejemplo de esto fue la cosechadora Fontana adquirida por los hijos de Don Juan tras convencerlo de que esa herramienta mejoraría la producción y reduciría su trabajo, que hasta entonces era hecho de forma manual.

 

Algo similar ocurrió con el nombre del producto. En un primer momento se llamó Aroma y luego pasó a ser La Cachuera. Sin embargo, Pancho, quien se hizo cargo de la empresa tras la muerte de Don Juan en 1960, creía que era difícil de pronunciar. Por eso, inspirado en la actriz Amanda Ledesma, sugirió cambiarlo a Yerba Mate Amanda, nombre que se registró en 1943 pero que comenzó a utilizarse comercialmente varios años después y que logró posicionarse como la insignia de la empresa.

 

A pesar de su crecimiento y expansión, el espíritu familiar de La Cachuera S.A. nunca se abandonó. De hecho, su actual presidente, María Victoria Szychowski, nieta de Don Juan, continúa liderando con los mismos principios y valores que tuvieron sus antecesores y que han llevado a la compañía a estar dentro de las tres industrias más importantes de yerba mate del país y la principal exportadora de este cultivo.

 

El presente de La Cachuera

 

La Cachuera es sinónimo de mate. A través de una cartera de productos que se fue ampliando con el tiempo para cumplir con las expectativas de sus consumidores, la empresa abastece a toda la cadena comercial nacional y exporta a países como Siria, Líbano, Chile, España, Francia, Estados Unidos, Australia y Canadá, entre otros. Además, produce y comercializa arroz bajo el mismo nombre: Amanda.

 

Honrando el espíritu emprendedor y visionario de su fundador, La Cachuera aplica innovaciones e incorporaciones tecnológicas para una mejora contínua en la calidad de los productos, realizando certificaciones para cumplir con demandas de mercados cada día más exigentes, en el desarrollo de viveros clonales para lograr una materia prima con mejores rindes; pero también en la calidad del ambiente de trabajo de los casi 500 colaboradores que conforman el equipo de la compañía.

 

Acompañando esta visión y adaptándose a los estilos de trabajo actuales, los directivos decidieron cambiar las oficinas centrales de la empresa. De esta manera, tras 50 años de administrar el negocio en el primer espacio fundado en 1972 en Posadas, La Cachuera inauguró sus nuevas oficinas orientadas a facilitar el trabajo en equipo e impulsar la energía renovadora para potenciar a La Cachuera como marca empleadora.

 

El compromiso trasciende las fronteras de lo empresarial, es así que desde 1989 la Fundación Bronislada Kruchowski de Szychowski realiza acciones orientadas a influir positivamente en el desarrollo de áreas como la salud, deporte, cultura y educación, o del Museo Histórico Juan Szychowski, el cual rinde homenaje a Don Juan, su vida y su legado; pero también a todos los inmigrantes que llegaron a tierras argentinas en búsqueda de un futuro mejor.

 

De esta manera, La Cachuera S.A. se dirige a sus 125 años de historia con todo un recorrido que debe ser celebrado, poniendo foco en que la innovación y la adaptación a las demandas del mundo han sido pilares fundamentales para su desarrollo y crecimiento, para alcanzar los mejores estándares de producción y trabajando día a día para garantizar que cada argentino y persona de este mundo confirme que “los que aman el mate, aman Amanda”.

 

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