Presbítero Amaro: «Jesucristo es Rey en cuanto es Camino, Verdad y Vida»

En su reflexión para este fin de semana el Presbítero Amaro René dijo que: celebrando la fiesta de Jesucristo rey del universo, se abre un camino para construir esa fraternidad universal. Una luz para toda la humanidad oprimida por violencias y guerras.

También una llamada urgente a los cristianos que cada día necesita nueva conversión a Jesucristo y reforma contante para ser totalmente Iglesia identificada con el reino de Dios.

 

En 1925  Pío XI estableció  la fiesta litúrgica de Jesucristo rey del universo. Por esas fechas era ya manifiesta la apostasía de las masas y los Estados modernos no aceptaban la tutela de la religión cristiana. Para responder a estos fenómenos el papa en la encíclica “Quas Primas” quiso destacar la soberanía de Jesucristo sobre todas las personas e imperios de la tierra.

 

A la hora de concretar la naturaleza o condición de esta soberanía, se da por supuesta la confesión de Jesús en vísperas de su muerte. Las autoridades denuncian ante Poncio Pilatos, gobernador del imperio romano en Jerusalén, que Jesús pretende ser rey de los judíos. Y el gobernador le pregunta: ¿tú eres rey? Jesús no lo niega, pero combina: “mi reino no es como los de este mundo”; no funciona con la lógica del poder y de las armas.  Y añade: “Sí, como dices soy rey. Para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz”. Pilato interroga: “¿y qué es la verdad”. Jesús no responde con palabras sino con la entrega libre hasta la muerte por amor a todos.

 

En una oración litúrgica invocamos a Dios “que manifiesta su poder en la misericordia”. En el “credo” confesamos que Dios es Padre (Abba) antes de todopoderoso y creador. Esta novedad singular de la fe o experiencia cristiana, participación de la fe o experiencia de Jesús, Cristo rey, es la buena noticia de salvación para nuestro mundo roto por la injusticia y la fiebre posesiva.

 

En este sentido Jesucristo es rey ofreciendo un camino nuevo de auténtica realización humana. Rey del universo porque es camino abierto para todos.  Siguiendo esa conducta de Jesucristo, la Iglesia se hace cada día más cristiana, es signo creíble del Evangelio y realiza su misión. Según el Concilio, “no impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido”. En otras palabras, ser testigo fiel de Jesucristo rey del universo.

 

En su conducta por amor, siendo para los demás hasta entregar la propia vida, reveló que Dios es amor y las personas crecen amando a los otros.  Siguiendo la conducta de Jesús la vocación de la humanidad es hacer la verdad de Dios afirmando la dignidad de todo ser. En su primera encíclica de San Juan Pablo II escribió: “el profundo estupor respecto al valor y a la dignidad del hombre se llama Evangelio”.

 

Pbro. Amaro René

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