Día de la Madre | «Ser mamá para mí es lo más lindo que pudo pasarme»

Una experimentada profesional que presta sus servicios en la Cámara Federal de Apelaciones, contó cómo divide su tiempo entre su apasionante trabajo en la Cámara por la mañana y su familia, especialmente sus hijos y nietos, por la tarde.

Ser madre, según Marcela, es «lo más lindo que pudo pasarme». Pero con la llegada de los nietos, esa experiencia se transforma en algo aún más especial, ya que, en sus propias palabras, se dedican a «mimarlo y malcriarlo» sin la misma responsabilidad que implica la crianza de los hijos. Esta dualidad de ser madre y abuela es, para Marcela, una vivencia que no puede expresarse con palabras ni compararse con ninguna otra.

También se refirió a la complejidad de conciliar la responsabilidad de ser madre con una carrera profesional. Marcela recuerda cómo siempre priorizó a sus hijos y, en caso de que fuera necesario, dejaba todo para cuidar de ellos. Sin embargo, en su papel de abuela, su enfoque es diferente, ya que se dedica a cuidar y compartir experiencias con sus nietos, transmitiendo las lecciones que aprendió como madre a los padres de la siguiente generación.

La importancia de la familia es un valor que Marcela defiende con pasión, por lo que trata de inculcar a sus hijos y nietos la importancia de la unión familiar y el amor incondicional. Para Marcela, lo más importante es transmitir de generación en generación estos valores fundamentales.

Por otra parte, también exploró la evolución de la crianza a lo largo de las generaciones. Marcela reconoce que las nuevas mamás a menudo plantean enfoques diferentes en la crianza de sus hijos en comparación con lo que experimentaron en su juventud. Destacó la importancia de ser flexible en la crianza de los nietos, ya que la dinámica con los padres puede ser diferente y requiere un enfoque equilibrado entre firmeza y comprensión.

Por último, Marcela alienta a las madres jóvenes a disfrutar de cada momento con sus hijos, ya que «el tiempo pasa rápido, y las experiencias compartidas son invaluables». Para las madres más experimentadas y las abuelas, su mensaje es claro: seguir siendo un apoyo constante para sus hijos, «ya que, como dice el dicho, cuando sean grandes, seguirán siendo nuestros niños». Marcela envió sus mejores deseos a todas las madres en su día.

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