Día de la Madre | “Trato de construir mi propia maternidad a pesar de las presiones sociales y la comparación con otras madres”

Sabrina González, una joven madre de siete meses, compartió su experiencia en la transición entre la maternidad y el trabajo. Sabrina, comunicadora social de profesión, ha encontrado un equilibrio entre su vida laboral y su rol de madre.

Al principio, como muchas madres primerizas, Sabrina asegura que le costó adaptarse a su nuevo papel de mamá. El desafío de cuidar a su bebé, Bauti, y mantener una carrera profesional en desarrollo, fue un reto que la hizo dudar en sus primeros meses de maternidad. Sin embargo, el invaluable apoyo de su pareja y las abuelas de Bauti le han permitido encontrar un camino sólido. Además, Sabrina ha logrado conciliar su trabajo con su rol de madre al trabajar por las tardes, permitiéndole que su bebé esté bajo el cuidado de su padre.

 

Uno de los dilemas que enfrentó a Sabrina al principio fue la idea de dejar a su bebé en una guardería. La preocupación por su seguridad y bienestar radica en que Bauti es aún muy pequeño para comunicar sus necesidades y experiencias de manera efectiva.

Un aspecto importante que Sabrina resalta en su experiencia es la presión de la sociedad y la comparación con otras madres. Señala que a menudo se siente tentada a ceder a las opiniones de los demás, pero se esfuerza por seguir su propio camino y tomar decisiones que consideren saludables para su bebé. «Trato de construir mi propia maternidad» sostuvo. En un mundo lleno de información contradictoria, Sabrina confía en su instinto y sigue su propio enfoque de la maternidad.

En cuanto a la exposición de su bebé a las pantallas, Sabrina reconoce el desafío de evitarlo en la era digital, pero aseguró que está comprometida a limitar el tiempo que Bauti pueda estar frente a dispositivos y proporcionar alternativas más interactivas y educativas para su hijo.

En lo que respeta a su vida laboral, Sabrina contó que es comunicadora social con experiencia en la generación de contenido para la radio. Afortunadamente, su trabajo le ha permitido ajustar sus horarios y trabajar desde casa durante los primeros meses de maternidad. Ahora, con la posibilidad de regresar a la radio, cuenta con el apoyo de su pareja para cuidar a Bauti mientras trabaja.

Sabrina confiesa que ser madre fue un desafío que la hizo cuestionarse y sentir culpa al principio. La lucha interna entre la maternidad y la búsqueda de un equilibrio la llevó a evitar salir en ciertos horarios como las noches y tratar de hacer planes con amigos en horarios de almuerzos o merienda, y de esa manera poder compartir y centrarse en su hogar. Sin embargo, está aprendiendo gradualmente a liberarse de estos sentimientos y recordar la importancia de seguir con sus actividades además de ser madre.

La historia de Sabrina es un testimonio de las luchas y triunfos que enfrentan las madres trabajadoras y refleja un factor común entre varias madres: el sentimiento de culpa.

«La maternidad es un viaje único y personal que quiero ir construyendo con mi pareja» dijo, y consideró que está en constante evolución.

Uno de los aspectos más destacados de su historia es su decisión de abrazar la maternidad como una parte integral de su vida, sin perder de vista su identidad personal.

Además, Sabrina reflexionó sobre cómo las generaciones anteriores a menudo se sintieron obligadas a callar sus propias necesidades y aguantar la presión de ser una «súper mamá» sin admitir cansancio o la necesidad de tiempo para ellas mismas. Ella señala cómo hoy en día, las madres como ella están cambiando esta dinámica, buscando equilibrar la maternidad con su bienestar y su vida laboral, sin sentir culpa.

En este sentido, destacó la importancia de rodearse de personas de apoyo y paciencia en este viaje y recordó a las madres «es importante disfrutar cada estapa, pasa muy rápido y el cansacio se olvida cuando miras la carita de tu bebé y sabes que te ama mas que a nada en el mundo».

Con 25 años recién cumplidos, Sabrina, refleja a una madre que encuentra la fuerza y ​​la determinación para vivir su vida plenamente, abrazando tanto su papel de madre como su identidad personal. «La maternidad no es una carga, pero no se debe idealizar» reflexionó.  «Al final del día, todo pasa, y lo más importante es disfrutar de cada momento en este viaje único llamado maternidad» concluyó.

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