34 años de la “tragedia de los chamameceros” en Bella Vista: un recuerdo aún doloroso

Hoy se conmemoran 34 años de la "tragedia de los chamameceros" que dejó una marca indeleble en la historia de la música chamamecera y en los corazones de todo el litoral: el fatal accidente vial en la costanera de Bella Vista, en el que un colectivo sin frenos cayó a las aguas del río Paraná, llevándose la vida de siete íconos de la música y los dos choferes del vehículo.

Aquel 8 de septiembre de hace más de tres décadas, Bella Vista fue testigo de un evento que enlutó al mundo musical. Aquel grupo de artistas, seleccionados para ser embajadores de Corrientes en Europa, específicamente en Niza, Francia, nunca pudo cumplir con su destino. Aquel viaje lleno de ilusión y esperanza quedó truncado por el infortunio.

Esa tarde, Zitto Segovia, el “Gringo” y Michel Sheridan; Leónidas “Chango” Paniagua; “Yacaré” Aguirre, y Johny Behr; junto a los choferes del colectivo, José Toledo y Walter Blas Gómez, encontraron un trágico final.

Sin embargo, no todos los miembros del grupo perecieron. Santiago “Bocha” Sheridan y Ricardo Tito Gómez del Grupo Reencuentro, y Ricardo Scófano y Oscar Espíndola del Trío Corrientes, también eran integrantes de esta embajada musical.

Horas antes de la tragedia, la agrupación estuvo promocionando en una emisora local un mega show que prometía ser innovador, con presentaciones teatrales y de baile. Esa noche, el Club Juventus de Bella Vista sería el escenario de su gran actuación. Sin embargo, el destino quiso que nunca llegaran.

Una nota al margen del trágico suceso es que el cantautor Mario Boffil, por razones que el destino solo conoce, decidió en el último momento no abordar el colectivo. Esta decisión fortuita le salvó la vida.

El recuerdo de aquella jornada ha sido inmortalizado en versos y melodías. Una de las más emblemáticas es la canción compuesta por el ya fallecido padre Julián Zini, con música del sobreviviente Mario Boffil: “Musiquero que te fuiste, por la senda azul del agua, corazón chamamecero, que te volviste calandria; aquí estamos tus amigos, parados en la barranca, frente al remanso infinito, con estas flores del alma”.

Hoy, 34 años después, las heridas siguen abiertas y el recuerdo sigue vivo. Bella Vista y toda la región rinde homenaje a estos artistas que se llevaron consigo una parte irremplazable del corazón chamamecero.