Según el presidente del CESANE, el incremento del combustible se debe a la escasez en las petroleras y la incertidumbre en torno a los precios 

El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, explicó la situación del aumento de los combustibles. La falta de autorización para cargar camiones y la incertidumbre en torno a los precios han dejado a muchas estaciones en riesgo, mientras los aumentos de más del 4% podrían poner en peligro la viabilidad comercial.

República – Faruk Jalaf

¿Cómo está evolucionando la situación?

Faruk Jalaf: Aquí en el interior, algunos aún mantienen los precios oficiales, pero estamos enfrentando una escasez de combustible. No podemos cargar los camiones en Buenos Aires debido a la falta de autorización. En cualquier momento podríamos quedarnos sin combustible. Ya hemos pasado un fin de semana completo y aún no tenemos esperanza de carga.

Esta situación es complicada porque el combustible no es propiedad de las estaciones, sino de las petroleras. A ellas no les preocupa venderlo, ya que solo ganan una comisión por consignación. Sin embargo, estaciones como Axion, Shell, Datsha y Puma operan bajo el sistema de compra-venta, compramos el combustible y lo vendemos.

Cuando nos encontramos en esta situación de no poder reponer el combustible, enfrentamos grandes dificultades. Si los precios aumentan más del 4%, perdemos todo lo que hemos invertido para reponer el stock. Muchas estaciones están adelantándose a esta posibilidad y es probable que ajusten sus precios.

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Ustedes envían camiones para cargar en Shell, ¿por qué no se les permite cargar?

FJ: No están permitiendo la carga, y ni siquiera responden. Hemos presentado quejas a través de su inspector regional, pero ni siquiera contestan nuestras llamadas. Esto nos pone en una posición difícil. Por lo general, se solicita carga los lunes después del fin de semana, cuando los choferes descansan y están listos para viajar.

En este caso, no hemos podido enviar los dos camiones adicionales debido a la falta de autorización. También tenemos un límite de carga distribuido proporcionalmente por día, por lo que no podemos enviar todos los camiones al mismo tiempo. Hasta ahora, solo hemos enviado dos camiones y no hemos obtenido respuesta, por lo que los otros ni siquiera han salido.

¿Tiene alguna idea de por qué los precios de Shell han aumentado?

FJ: No, desconozco la razón, al igual que desconozco por qué Axion y Shell en Posadas han subido sus precios. Probablemente hayan tomado estas medidas preventivas debido a la falta de suministro por parte de las petroleras y la incertidumbre en torno a los precios.

¿No se ajusta el precio en línea, controlado por la petrolera? ¿O eso solo aplica a YPF?

FJ: No, eso es específico de YPF, ya que ellos controlan todo el proceso. Los surtidores, tanques y combustibles son propiedad de YPF. Las estaciones YPF operan bajo un régimen diferente llamado sistema consignado, en el cual la petrolera controla y monitorea constantemente las ventas. Si falta combustible, ellos reabastecen sin necesidad de que se lo pidan, ya que el combustible es propiedad de la petrolera y está administra todo a su discreción.

En el caso de Shell y Axion, ¿Tienen la libertad de establecer los precios que deseen?

FJ: Sí, tenemos cierta libertad para establecer los precios, pero generalmente respetamos los precios sugeridos, como acordamos con el Estado. Anteriormente, había un precio sugerido que se mantenía. Sin embargo, debido al desequilibrio actual, muchas estaciones no saben cómo proceder. En otros sectores, muchas empresas están tomando medidas similares e incluso algunas han optado por no vender en absoluto.

Si los precios aumentan más del 4%, ¿Cómo les afecta?

FJ: Salimos perdiendo en ese caso, ya que no podemos recuperar el stock. Nuestro margen es del 8%, de ese porcentaje, más del 4% se destina a impuestos y tarifas. Si el aumento supera el 4%, nuestros márgenes se ven afectados y todas las ventas realizadas con tarjetas resultan en pérdida. Además, las tarjetas se cobran después de 15 días, lo que agrava la situación. A esto se suman descuentos del 2%, impuestos a los ingresos brutos, impuestos al cheque, IVA y otros costos.

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