En su extensa etapa como fiscal, Liliana Mabel Picazo intervino en casos que conmocionaron a la opinión pública, impulsando condenas que marcaron hitos en la Justicia en Misiones, entre ellos, a los homicidas de la joven Karina Silva, del niño de 11 años Pelado Brítez, del médico del Pami Carlos Iriarte y del abogado Guillermo José Valdez, entre otros. Logró también que se imponga la pena más severa en la historia a un violador.
Liliana Mabel Picazo desempeñó en su etapa como fiscal, previa a su designación como ministra del Superior Tribunal de Justicia, un papel destacado en algunos de los casos judiciales más trascendentes en la provincia de Misiones. Su incansable labor y búsqueda de justicia marcaron su carrera, enfrentándose a desafíos y obteniendo resultados en casos complejos que conmocionaron a la opinión pública, y que vuelven al recuerdo al repasar su labor con motivo de su fallecimiento este martes.
En junio de 1994, Picazo se convirtió en la fiscal encargada del primer debate oral en Misiones. El caso abordaba la muerte de Marta Karina Silva en 1993, quien falleció después de caer de un auto Fiat 147 en el que viajaba junto a Jorge Edgardo Lutz y Jorge Gamarra, cerca del Parque de la Ciudad de Posadas. Aunque ambos fueron absueltos del delito de «homicidio simple», Lutz fue condenado a dos años y medio de cárcel por «homicidio culposo».
En el año 2000, Picazo solicitó la pena de prisión perpetua para el médico peruano Hugo Fernando Salazar del Risco por la explosión de una bomba en El Alcázar en 1998, que cobró la vida del niño Jorge Daniel «Pelado» Brítez, de 11 años. A pesar de que el Tribunal Penal Uno de Posadas absolvió al sospechoso, la fiscal apeló el fallo y logró su revocación. Sin embargo, el imputado ya había huido de Argentina y, aunque fue detenido en Perú posteriormente, no se pudo concretar su extradición debido a la falta de un acuerdo entre ambos países.
En el año 2004, Picazo solicitó la pena de prisión perpetua para Carlos Alberto «Carretilla» Lezcano, Raúl Victoriano «Sapo» Ponce y José Félix «El Rengo» Ríos, considerados partícipes necesarios del delito de «homicidio calificado» por el asesinato del médico Carlos Iriarte, quien trabajaba para el Pami. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia revocó el fallo, lo que dejó pendiente la realización de un nuevo proceso oral y público.
En otro caso notorio, Roberto Bertoldo Neumann fue condenado a prisión perpetua por dos crímenes ocurridos en 2003 en Posadas. Uno de ellos fue el asesinato a tiros y posterior desfiguración del abogado Guillermo José Valdez, en complicidad con la ex mujer del letrado, Adriana García -quien recientemente recuperó la libertad-, y el amigo íntimo de Neumann, Jorge Alberto «Mosquito» Ramírez. El otro crimen fue la ejecución a balazos del sereno del IPS Alfonso Pintos Cardozo, seguido del robo de computadoras en una sede del instituto, también en complicidad con «Mosquito». La fiscal Picazo fue quien solicitó la pena máxima para Neumann en el caso Valdez.
En 2009, Picazo logró un acuerdo con la defensa del DT de fútbol infantil Luis Vargas, asegurando la pena más severa impuesta a un violador en la provincia de Misiones: 40 años de cárcel. Este resultado se alcanzó a través de un juicio abreviado. Vargas fue arrestado en marzo de 2007 luego de que se encontrara un teléfono celular extraviado que contenía fotografías de sus víctimas. A partir de este hallazgo, se inició una investigación exhaustiva que llevó a la condena de Vargas.
En 2014, desempeñó un papel fundamental en el caso del asesinato a golpes de la adolescente Angélica Ramírez, de 14 años. El hecho ocurrió en 2012 en Puerto Rico, y Picazo estuvo profundamente involucrada en la investigación. Convencida de la brutalidad del crimen, la fiscal expresó: «Conozco la prueba de punta a punta porque me involucro en la investigación, me paro y hablo». Su firme convicción en la búsqueda de justicia impulsó el castigo máximo para el acusado, Francisco Bourscheid, quien fue condenado a prisión perpetua.
En diciembre de 2016, el Tribunal Penal Uno, integrado por Eduardo D’Orsaneo, Martín Errecaborde y Ángel Dejesús Cardozo, emitió su veredicto en relación al asesinato del joven Guido Kachuk durante un intento de robo ocurrido en 2011 en Posadas. En este caso, la fiscal Liliana Picazo había solicitado una pena de 20 años de cárcel para Ricardo Raúl «Ricky» Ríos y Maximiliano Ángel «Maxi» Acevedo, acusados de tentativa de robo calificado, tentativa de homicidio y portación ilegal de armas. Sin embargo, el tribunal condenó a Ríos a 19 años de prisión por los delitos mencionados y a Acevedo a cinco años y cinco meses de cárcel por tentativa de robo calificado. Se tomó en cuenta el tiempo que Acevedo había pasado en prisión y se dio por concluida su pena. Además, el médico Manuel Ibarra fue absuelto. Ante este fallo, la fiscal Picazo apeló la decisión buscando una mayor sanción para los acusados.
En síntesis, Liliana Mabel Picazo se destacó como una fiscal comprometida y perseverante, enfrentando con determinación los casos más resonantes de los últimos años en la provincia de Misiones, y su incansable lucha por la justicia dejó huella en la comunidad.
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