Cuidar la identidad de los menores cuando son las víctimas es responsabilidad de las instituciones, padres, abogados y medios de comunicación

La abogada Florencia Collinet, se refirió en su columna de los domingos en Misiones Online Tv, a la obligación por parte de los adultos, de proteger la identidad de los menores que fueran victimas de abusos, malos tratos o cualquier otra falta a sus derechos.

En una sociedad cada vez más conectada, donde los medios de comunicación y las redes sociales ocupan un lugar central en nuestras vidas, surge la necesidad de reflexionar sobre la importancia de cuidar la identidad de los menores en situaciones donde son víctimas. En el programa El Primer Día, de Misiones Online Tv, conversamos con Florencia Collinet, abogada especializada en derecho de familia, quien nos brindó su visión experta sobre este tema.
Según Collinet, los niños, niñas y adolescentes son especialmente vulnerables a los efectos perjudiciales de la exposición en los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). En la actualidad, ocho de cada diez menores tienen acceso a dispositivos electrónicos y pasan gran parte de su tiempo frente a pantallas. Esto significa que la información y las imágenes a las que están expuestos pueden tener un impacto significativo en su bienestar y desarrollo.
La abogada advierte que la difusión de imágenes, videos o información sensible sobre menores por parte de quienes deberían protegerlos, como el Estado, los juzgados o los propios abogados, conlleva una gran responsabilidad. También menciona a las fuerzas de seguridad, que en ocasiones pueden filtrar información sensible. Estas acciones pueden provocar una revictimización de los menores y atentar contra su derecho a la intimidad, la imagen, el decoro y el honor.
Uno de los aspectos que destaca Collinet es el papel de los padres en la protección de sus hijos. En ocasiones, por ignorancia o por motivos personales, pueden cometer errores que llevan a la identificación de los menores. La abogada enfatiza que es fundamental concientizar a los padres sobre la importancia de cuidar la privacidad de sus hijos y evitar que sean utilizados como herramientas de venganza o como medio para dañar a terceros.
Collinet ejemplifica su argumento con situaciones reales que ha presenciado en su experiencia profesional.
Menciona casos en los que uno de los progenitores publica fotografías de sus hijos en redes sociales, utilizando indirectas, discursos de odio o difamaciones hacia el otro progenitor. Estas publicaciones no solo afectan la imagen y el bienestar emocional de los menores, sino que también generan conflictos legales.
En respuesta a estas situaciones, la abogada destaca la importancia de acudir a la justicia y presentar denuncias formales. En algunos casos, los jueces han tomado medidas sancionatorias, como multas, para evitar la difusión de estas imágenes y proteger la intimidad de los menores. También menciona la posibilidad de solicitar que no se publiquen fotografías de hijos menores de edad, lo cual puede ser un tema delicado y sujeto a interpretación.

En el terreno de los ejemplos, Florencia, mencionó también cuestiones más graves, como los casos de abuso sexual o violación. En ocasiones, los padres, en su deseo de buscar justicia y hacer que la otra persona responda por sus acciones, pueden cometer el error de mencionar el nombre de su hijo o proporcionar detalles que permitan identificar fácilmente al menor que supuestamente fue abusado. Sin darse cuenta, están cometiendo un delito. Y esto aplica tanto si lo hace el padre o la madre.

 

Este fenómeno social, en el que se busca justicia por cuenta propia, porque se considera que el sistema judicial no actúa con la rapidez deseada, ha llevado a que las personas acudan a los medios de comunicación para hacer públicas estas situaciones. Sin embargo, al hacerlo, no solo están exponiendo nuevamente a su hijo, que es menor y asiste a la escuela donde todos tienen acceso a información, sino también a la persona acusada, que es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

 

Cuando se trata de un menor, los derechos internacionales de los niños, niñas y adolescentes, junto con la Ley 26.061, otorgan preponderancia a la protección de su identidad. Por lo tanto, cuando un fiscal tome conocimiento de esta situación, debe solicitar al Juzgado de Violencia que la persona cese con esa exposición y multarla, ya que no se puede exponer a los menores de esta manera. No se trata solo del progenitor que cometió el delito, sino del propio menor.

 

Además, es importante mencionar la «alerta Sofía» como una forma de permitir la difusión de información sensible sobre menores o su imagen en los medios de comunicación. La alerta Sofía se ha utilizado solo en tres ocasiones desde su creación en 2019. Fue el caso de una niña de la Patagonia que desapareció en un camping. Ante la urgencia y la necesidad de encontrarla, el juez autorizó la difusión de las imágenes de la menor para facilitar su búsqueda.

 

Sin embargo, esta autorización solo puede darse con orden judicial y después de 72 horas de búsqueda infructuosa. Es necesario que exista un peligro inminente para justificar esta difusión urgente. ¿Recuerdas el caso de una niña en Buenos Aires que fue llevada por un cartonero el año pasado? En ese caso, también se utilizó la alerta Sofía para encontrarla. Se difundieron imágenes de la menor y del secuestrador, mostrando cómo la llevaba en una bicicleta.

 

Lamentablemente, una vez que la niña fue encontrada, los medios de comunicación empezaron a divulgar detalles sobre su vida y su familia. Y se tuvo que pedir de manera urgente que cese la alerta, para evitar que la niña siga siendo revictimizada, cerró.  Para consultas con la doctora Florencia Collinet, está el contacto al 3764895656, además de sus redes sociales. 

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