Misionero que trabaja en un crucero: “Lo más interesante es visitar cada día distintos puertos que están en el medio del mar”

Quién no soñó alguna vez vivir y trabajar en un crucero, despertando cada día en un puerto distinto en el medio del Caribe, o en distintas playas paradisiacas, para Luis Gabriel Radzewicz, el misionero que trabaja en un crucero, esto es una realidad cotidiana.

El misionero que trabaja en un crucero es del barrio Itaembé Mini, y ya completó una temporada como fotógrafo en el Norwegian Joy, y durante 6 meses conoció “lugares que son como una película de Piratas del Caribe».

El prefiere que se lo llame Luis, aunque en la familia le dicen Gabriel, “porque es más fácil de pronunciar en el barco, hay gente que al embarcarse se cambia el nombre por alguno de fácil pronunciación”, contó en referencia a que el idioma oficial dentro del crucero es el inglés.

“Es una experiencia interesante, se trabaja de lunes a lunes, sin domingos o sábados pero, también visitando cada día distintos puertos que están en medio del mar. Es una sensación interesante, rara y se conoce un montón de gente de diferentes lugares, y el idioma inglés es el único”, contó Luis sobre su trabajo.

Los pasajeros del crucero en el que trabaja el joven posadeño, son mayoritariamente familias que durante los viajes que pueden tener una duración de 8 o 15 días pueden asistir a los shows, comer, relajarse en la pileta, ir a un jacuzzi, sacarse fotografías, “tiene un montón de actividades, entonces la familia puede hacer lo que le plazca dentro del crucero”, dijo.

 

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Con respecto a cómo es el trabajo, Luis cuenta con una sonrisa en el rostro que “conoces un montón de puertos, conocer un montón de gente, estás todo el tiempo con cosas nuevas. Si bien hay una rutina de trabajo, todo es diferente, cada día es algo nuevo. Nosotros decimos en el crucero, que una semana es como un año, pasan un montón de cosas”.

Un día de trabajo del joven misionero en el crucero, “como fotógrafo es levantarse a la mañana, tener dos horas en la galería de fotos, atender a los clientes, ofrecer las fotos, mostrarle cómo se pueden ver las fotos. Después, hacer el armado de los estudios, que tenemos como seis estudios dentro del del barco, y después a la noche de 18 a 22 más o menos se saca fotos”.

Y cuando Luis no está trabajando, aprovecha para dormir en su habitación dentro del crucero, o si se está en algún puerto puede salir a recorrer la ciudad, comer, ver una serie o asistir a fiestas.

Para poder trabajar en el Crucero el fotógrafo contó que, “apliqué para una agencia en chile, apliqué también para Buenos Aires, quede en dos y elegí quedar para la compañía que estoy ahora. Es básicamente enviar el CV y después un proceso largo, de seis meses, pero vale la pena”.

Durante esta primera temporada en el crucero, Luis conoció “Bermudas, una parte de Canadá, Boston en Estados Unidos y Portland, y también en la última etapa estuvimos por la zona de México y Colombia, Cartagena, Mazatlán, Bahamas, y unas islas privadas”.

Y agregó que, “son lugares muy lindos algunos más que otros. Por ahí si no te gustan las grandes ciudades, lugares como Boston, es como a mí me gustan, después tenés playas, por ejemplo, Bermudas tiene hermosas playas, es como las películas Piratas del Caribe”.

El joven, que en estos momentos está de vacaciones y disfrutando del calor de su hogar en Posadas, volverá a embarcarse en a fines del mes de marzo, “en otro barco de la misma compañía que va a otra zona. Va por Puerto Rico, Curazao, Aruba, parte del Caribe. Después se va a Europa, y allí recorrerá el mar Mediterráneo, España, Francia, Italia”.

Además de conocer lugares de ensueño, el fotógrafo reconoce que otra de las ventajas es tener “una capacidad de ahorro, porque no gastas nada adentro, más que cosas personales”, y agregó que, “el pago es en dólares. Y el tema del sueldo depende mucho de la posición, que se ocupa. En mi caso, mi sueldo ronda los $ 1500 dólares por mes. Y la ventaja es que no se gasta ni en comida, ni alojamiento”.