Salta | Falleció Zaira, la niña wichí que enfrentaba un grave cuadro de desnutrición y otras condiciones extremas que complicaron su estado de salud

Tenía 12 años y era de Misión Chaqueña. Salta. Desde mayo era monitoreada por Salud Pública de la provincia cuando tomó trascendencia su historia, pero no resistió. Su vida expiró mientras dormía en su casa, según confirmaron sus abuelos a medios locales.

Los medios de Salta reflejan la triste historia de Zaira, que padecía una irreversible enfermedad neurodegenerativa que, exponiendo su cuadro de desnutrición extrema y las condiciones infrahumanas en las que vivía, no sobrevivió.

 

Fue asistida luego de que su caso se viralizara a nivel nacional, meses atrás, exponiendo su cuadro de desnutrición extrema y las condiciones infrahumanas en las que vivía.

 

Este viernes alrededor de las 21 horas, Zaira falleció en su casa. La noticia fue confirmada por su abuelo Aurelio que expresó con dolor; «se durmió y ya no despertó”, causando gran conmoción en la provincia.

 

Fue la viralización de su desgarrante historia, que es una de las muchas que se hacen eco, la que hizo que una vez más el norte llegue al centro, a los medios, mostrando la realidad que duele y se vive a diario en el interior del interior, en donde las necesidades son más que emergentes y configuran una pobreza estructural que es histórica y parece nunca tener fin.

 

Zaira tenía 12 años, y desde 2019 su salud empeoraba con el correr de los días: antes de ser hospitalizada, la niña se encontraba postrada en una cama en Misión Chaqueña, y fue sólo a través de Diana Ferreyra, una amiga de la madre de Zaira, que se dio a conocer a través de las redes sociales su caso, y las intolerables condiciones en que vivía junto a su familia, en una casilla sin puertas ni ventanas, con un pozo ciego que está a más de 10 metros de la casa y una «ducha» que no era más que  una casilla cubierta de plástico.

 

Monitoreo de Salud Pública

Zaira llegó a Salta el 26 de mayo pasado con un cuadro muy complejo de salud, donde su vida peligraba, ya que tenía un cuadro de desnutrición y deshidratación grave pesando solamente 17 kilos.

 

En ese marco, el gerente del Hospital Materno Infantil, Dr. Federico Mangione, fue quien tomó cartas en el asunto desde el primer momento en el que conoció la historia de la menor: la trasladó en un helicóptero sanitario hasta la capital salteña, para que recibiera una atención completa por su enfermedad neuro evolutiva y degenerativa.

 

El 1 de agosto, Zaira regresaba a Embarcación, pesando 24.6 kilos y con un permanente monitoreo, además de asistencia por parte del estado provincial, tras la presión mediática.

 

“La verdad nos tomó de sorpresa el anuncio del fallecimiento de la nena. Yo tenía contacto directo con el abuelo de ella, ya estaban terminando su casita que le estaba armando el IPV y tenía asistencia médica constantemente, la verdad tengo un vacío y no entendemos que paso», contó a Con Criterio Salta Diana Ferreyra, la mujer que viralizó el caso.

 

La joven vida de Zaira estuvo signada de desgracias, dolores y carencias personales, a las que se le sumaron otros dolores, y abandonos mayores, de un Estado históricamente ausente (o presente bajo presión mediática), y que en definitiva es el único que tiene en sus manos la posibilidad y la obligación de llegar alguna vez a tiempo, y evitar que esto siga sucediendo a otros niños, niñas y adolescentes de la provincia, que sólo conocen de dolor.

 

En todos estos meses, la niña wichí fue noticia no solo en Salta sino en toda la República Argentina. A tal punto, que Alberto Fernández visitó a la menor de edad en su vivienda para brindarle más apoyo en ese momento tan difícil.

 

Fuente: Con información de Nuevo Diario y Con Criterio Salta 

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