El hospital monoclínico de geriatría en Miguel Lanús, desde el inicio de la pandemia mantuvo un estricto protocolo para el ingreso de sus trabajadores y se cancelaron las visitas de familiares. Con el tiempo regresaron los talleres, y la escuela. También, las familias puedan llevar a sus familiares por varios días. Su titular, Eduardo Segura contó a Misiones Online como se trabaja.
“Desde los inicios de la pandemia, creamos un protocolo. Fue todo muy duro, porque cancelamos la visita de los familiares y se suspendió la internación de los pacientes”, señaló Segura, director el hospital de geriatría, quien remarcó que, se había tomado esta decisión “porque teníamos la información del extranjero que decía que en todos los servicios de adultos mayores el 64 por ciento se veía muy afectado. Entonces decidimos tomar esta medida”.
El hospital monoclínico de geriatría tiene una población de 60 residentes, y trabaja con lista de espera. Entonces desde los inicios de la pandemia todo era incierto, “todo protocolo que era posible había que cambiarlo al otro día. Porque todo esto fue dinámico”, reconoció el director quien remarcó que dentro del hospital tuvieron “el tipo de enfermedades de siempre, pero tuvimos la suerte de no tener contagiados de Covid entre los residentes, se realizaron todas las vacunaciones, tanto para el Covid como las antigripales. Se tomaron todas las medidas de prevención, y seguimos siendo estrictos”.
Protocolo para el ingreso de los trabajadores del hospital
Cada turno de trabajadores debe seguir un estricto protocolo para ingresar al hospital de geriatría. En el ingreso se toma la temperatura, se coloca alcohol en las manos y luego se deben lavar las manos y de ahí “ingresan a un sector que se creó a partir del inicio de la pandemia, donde se tienen que cambiar. La ropa de calle va a una bolsa y se ingresa solo con lo que se va a trabajar”.
Segura también indicó que, “si bien estuvimos en pandemia, los residentes tuvieron algunas clases no oficiales, también hubo gente que trabajó en talleres y eso los mantuvo activos en el año pasado que fue muy duro porque era el inicio de esto. Hoy los residentes tienen la escuela de adultos, donde tienen mañana y tarde, donde realizan actividades y eso es importante”.
Visitas de familiares suspendidas
Segura también indicó que desde el inicio de la pandemia están suspendidas las visitas de los familiares al hospital, pero “las supervisoras tienen asignado distintos residentes para realizar videollamadas, o llamadas por teléfonos”. Y desde hace un tiempo, “los familiares pueden llevar a los residentes, 10 15 días a su casa, y cuando regresa al hospital generalmente se les pide hisopado negativo y pasan 15 días en aislamiento, en el pabellón que está asignado para esto. Una vez que paso ese tiempo y no presentan síntomas, están bien. El paciente vuelve a la habitación en la cual reside”.
El titular del hospital remarcó que este miso protocolo lo deben realizar los pacientes que necesitan una interconsulta con algún especialista con el cual no cuenten, “y debe asistir a algún sanatorio o el hospital, también ese paciente, cuando regresa son 14 días que quedan en aislamiento”.
En referencia al protocolo que el ministro de salud firmaría en estos días, y que permitiría la visita de los familiares a las residencias, o la posibilidad de que los residentes puedan salir a un paseo al aire libre, Segura informó que, “todavía no tenemos una comunicación oficial, pero de todas maneras nosotros tenemos pensado el protocolo para recibir visitas, pero hay que activarlo. Hay que ver el momento en que se pueda hacerlo”, y agregó que, “el hospital tiene que pensar siempre en la seguridad del paciente”.
Actividades para demostrarse a ellos mismos que son útiles
Por su parte, Ernesto Bustos, colaborador de la residencia se refirió a la importancia que significa para los residentes, el contar con la escuela de adultos dentro del predio, “la presencia de una escuela dentro de la institución generalmente, facilita mucho el desarrollo neurocognitivo de ellos, es una forma de estimulación muy grande para todas las tareas. No solo para la parte manual sino también para la parte intelectual”.
Los talleres que se realizan dentro de la institución están vinculados a la pintura, el dibujo, las manualidades, carpintería, “antes de la pandemia el grupo de personas que se encarga de los talleres creaba pequeños regalos junto a los residentes, que se juntaban a fin de año y se entregaban como donación al hospital de niños, como una especie de unión de que acá también se pueden hacer cosas, a pesar de las discapacidades y disfunciones que tienen. Poder servir a otros con su trabajo, y sobre todo demostrase a ellos mismos que siguen siendo útiles para la sociedad”.
Además, antes de la pandemia, los residentes tenían una relación muy estrecha “con los chiquitos el NENI, todas la fechas patrias o relacionadas con la institución se juntaban en el comedor que funcionaba como sector de acto para todas las fiestas. Participaban en conjunto en los actos, cada uno hacia su parte, de poner en escena las distintas formas de conmemorar, incluso hubo desfiles frente a la institución donde todos participaban integrando su accionar, nunca estuvieron separados, ni aislados”, afirmó Bustos.
Trámites para el ingreso de un residente nuevo
En referencia a los trámites que se debe realizar para obtener un lugar dentro de la residencia, Segura contó que se debe, “presentar una solicitud, con una historia clínica solicitando la internación allí se hace la evaluación, no solamente médica, también la de servicio social. En estos momentos integraría una lista de espera, porque hoy estamos lleno”.
En el hospital de geriatría, “se internan personas solas o que tienen familia que no se puede hacer cargo de ellos, o no está capacitada para sostener o compartir la vida con un adulto mayor. Para eso se hace toda una evaluación multidisciplinaria”, indicó Segura. Y agregó que, “generalmente acá se interna por los psicológico, lo biológico y lo social. Lo tenemos que mirar desde ese punto de vista”.
La importancia de la visita, el reconocimiento y los regalos
Segura también contó que antes de la pandemia las visitas, tanto de familiares, como de grupos de personas o escuelas secundarias eran muy esperadas por los residentes, porque “son tremendamente importantes. Para ellos es compartir, con los chicos de las escuelas secundarias, recorríamos el predio, compartían, jugaban a la lotería, y muchos otros juegos que se compartieron con las escuelas”, contó el titular de la residencia.
Y también se refirió a los regalos que recibían los residentes, remarcando que para ellos lo más importante era el tiempo compartido, “cuando decimos donaron esto para ustedes, es todo bienvenido. El hecho de que se acerque gente es importante. Hay gente que venía y se ponía a leer un libro con uno de los adultos mayores, compartía esa persona externa un tiempo con el residente y la pasaban re bien. Y cuando se iba, el residente te dice va a volver la semana que viene. Ellos siempre esperan las visitas”.
Por último, Segura se refirió a la importancia de hacer una promesa a una persona mayor y cumplirla, contó el caso de uno de sus residentes, “Dos Santo, era nuestro mimado, estaba siempre a lado de la dirección, conversábamos mucho y una vez vino una persona del ministerio de deporte y se dio cuenta de quién era. Nos contó que el había integrado un equipo famoso. Y bueno esa gente le dijo ‘te vamos a dar una medalla por tu paso en el futbol de Misiones’, y cuando se acordaron de eso, ese paciente ya se estaba yendo. Por eso no hay que esperar mucho”.
“Por respeto a la gente que tiene historia, porque vejez no es decrepitud, vejez es tener historia, entonces si le prometes algo a una persona que tiene historia, cumplile”, concluyó Segura.
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