Por la pandemia, la opción de cremar los restos de los seres queridos se intensificó en Posadas

El sacerdote, Alberto Barros, explicó cuáles son los pasos a seguir para depositar las cenizas de un ser querido en la Parroquia luego de cremar el cuerpo, cómo se realizan las ceremonias y la importancia de poder despedir a los seres queridos en tiempos de pandemia.

 

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Albero Barros.

 

La Parroquia Sagrada Familia es uno de los lugares autorizados por el Vaticano, en Posadas, para depositar los restos de personas que, por decisión personal o familiar, optaron por la cremar el cuerpo. Misiones Online habló con el padre Barros quien detalló cuáles son los pasos a seguir: “Lo primero que pedimos es que vengan los familiares más directos. Siempre los recibo personalmente y lo primero que me importa es escuchar su dolor, compartir ese momento de encuentro en medio del dolor es clave para la sanación”, también dijo que “siempre que amamos hay dolor y queremos que ese dolor sea esperanzado en la certeza de la vida eterna”.

 

 

Después viene lo práctico que es muy simple solo se pide una fotocopia del certificado de defunción y del acta de cremación, y por último se acuerda el día y horario de la ceremonia.

 

Por otra parte Barros destacó que el servicio es completamente gratuito y que “no se pide ni se acepta ningún tipo de pago en un momento de tanto dolor para las familias”.

 

Por cuestiones económicas, cremar es una mejor opción

 

Asimismo contó que la decisión de cremar los restos de seres queridos ha venido en aumento en los últimos años y que se acrecentó durante la pandemia por Covid-19 y afirmó “desde la parroquia nos alegra poder acompañar el dolor de las familias, que puedan tener un lugar donde renovar la esperanza, agradecer el paso de los seres queridos en nuestras vidas y poder recordarlos con cariño”. 

 

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Con respecto a la ceremonia Barros detalló: “Antes de la pandemia hacíamos celebraciones comunitarias, pero con el tema sanitario y siguiendo protocolos vamos haciendo una celebración por familia y nos reunimos en el patio que es un espacio abierto”.

 

En la despedida, que dura media hora, se reza, se canta y luego se depositan los restos del difunto en una bolsita de tela, donde se puede escribir el nombre, la fecha o alguna frase que deseen “lo que más importa es que la familia se vaya con su dolor -que es propio del momento- porque amar siempre incluye un aspecto de dolor, pero con esperanza y consuelo”, aseguró.

 

Por otra parte aseguró que el espacio donde se depositan las cenizas está siempre abierto para que se puedan ingresar las visitas, llevar flores y quedarse a participar de la misa.

 

También explicó porqué es importante tener un lugar físico donde poder ir a recordar a los seres queridos y que este sea un lugar concreto en lo posible fuera del hogar familiar “cada persona está en libertad y conciencia de disponer de los restos de sus seres queridos y hacer con ellos lo que crea conveniente. Pero creo saludable tener un lugar donde dejar los restos. El espacio físico nos ayuda mucho a recordar que, aunque es respetable, no es lo mismo que tirarlo al río o en el campo”. 

 

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Para finalizar se refirió a la importancia de la ceremonia en el contexto de pandemia que atravesamos y dijo  “desde la fé el que falleció está con Dios,  pero saber un lugar concreto donde sabemos que están los restos corporales es un consuelo. Más aún en este tiempo que hay familias con fallecidos por Covid que no han tenido la posibilidad de una despedida. Hay un dolor muy fuerte en eso y realizar esta ceremonia les permite, de algún modo, cerrar la historia y encontrar contención”. 

 

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