Los imputados por el crimen del comerciante, Nicolás López (23 años), en Puerto Libertad, se abstuvieron en declarar ante la Justicia de Puerto Iguazú y quedaron imputados en la causa por “homicidio simple”.
Dos agentes municipales de aquella localidad están detenidos en relación al asesinato del joven el domingo pasado a la madrugada, cuando éste se había negado a venderles bebidas alcohólicas de su negocio de la avenida Juan Domingo Perón, que ya estaba cerrado al público, atento a las medidas restrictivas de cuarentena por la pandemia del coronavirus.
Los acusados, Claudio G. (28 años) y Maximiliano S. (29 años) comparecieron ayer ante el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, fueron notificados de la causa y se negaron a declarar.
El titular del Juzgado, Martín Brites, imputó a los dos agentes municipales por el asesinato, en forma provisoria bajo los cargos de “homicidio simple”, delito que prevén penas de 8 a 25 años de prisión.
El magistrado interviniente, convocó a declarar para la próxima semana a varios testigos del hecho, que permitan determinar las responsabilidades de cada uno de los imputados en el crimen, aunque que los primeros indicios darían cuenta de que uno de ellos; (Claudio G. ), estaría más comprometido con el asesinato, según trascendió de las investigaciones.
Esta citado a declarar en sede judicial, el socio de Nicolás en el negocio, Miguel Ángel M. (34 años), quién presenció el ataque.
Nicolás López recibió una puñalada mortal en el abdomen cuando se negó a vender bebidas alcohólicas a los dos implicados frente a su negocio.
El joven comerciante murió a causa de una herida punzocortante que dañó la aorta abdominal y le provocó un schok hipovolémico, según se supo del informe del médico legista que realizó la autopsia del cadáver.
Los restos de López fueron inhumados ayer por la mañana en el cementerio de Puerto Libertad, en medio de muestras de dolor y consternación de parte de sus familiares y amigos, quiénes pidieron “justicia por Nicolás”.
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