Según medios alemanes, encontraron mallas de niñas y miles de imágenes de pedofilia escondidas por el nuevo sospechoso.
El misterio de la desaparición de Madeleine McCann durante unas vacaciones en Portugal hace 13 años podría pronto dilucidarse: investigadores alemanes afirman tener «pruebas concretas» de que la pequeña británica murió.
Este caso dio un giro a principios de junio con la identificación de un nuevo sospechoso, un ciudadano alemán identificado como Christian Brueckner. El violador tiene múltiples condenas, entre ellas una por abuso sexual de menores, y se encuentra en una cárcel de Alemania.
«Son pruebas o hechos concretos que están en nuestras manos, no simples indicaciones (que avalan esta convicción)», declaró este miércoles un vocero de la fiscalía fiscalía de Brunswick a la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, no se trata de «pruebas forenses como, por ejemplo, restos del cadáver», precisó la fiscalía alemana.
«Por ahora no puedo revelarles la información exacta, que indica que nuestro sospechoso asesinó a Madeleine», añadió el vocero.
Según medios alemanes, los investigadores encontraron trajes de baño de niñas en la caravana del sospechoso. También habrían hallado varios pendrives con miles de imágenes de abuso sexual infantil, en algunas de las cuales aparecía él mismo.
En la época de los hechos, Brueckner vivía en el balneario portugués de Praia da Luz, a pocos kilómetros del hotel donde desapareció la niña, que estaba de vacaciones con sus padres y dos hermanos.
El abogado del individuo, que podría estar implicado en la desaparición de varios nenes en Portugal, Alemania, Bélgica y Holanda, afirmó que su defendido rechaza cualquier vínculo con el caso.
Críticas a la policía alemana
La policía alemana fue muy cuestionada por su papel en la investigación sobre este caso, puesto que según la prensa, en noviembre de 2013 habría enviado al sospechoso una carta para mantener una audiencia sobre el caso Maddie. Algo que le podría haber permitido eliminar pruebas.
«Esto no corresponde al procedimiento habitual en un caso tan delicado», subrayó un oficial de policía a Der Spiegel.
En 2013, la policía alemana fue alertada por un televidente de un programa muy popular, en que se convoca a eventuales testigos de hechos sin resolver. Los padres de la niña junto a un investigador británico presentaron dos retratos robots de posibles sospechosos.
Un hombre se presentó puesto que habría reconocido a Brueckner, con quien había trabajado en Portugal en servicios para piscinas.
Fuente: TN
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