Un estudio presentado ayer en Buenos Aires indica que los niveles de malnutrición en el país se incrementaron en un 43%. En Misiones, en tanto, el porcentaje arroja un 33,4% y los principales problemas se relacionan con la obesidad y el sobrepeso. Laura Lonatti, coordinadora del informe, indicó que la ley de Emergencia Alimentaria hace enfoque en la cantidad de alimentos y no en la calidad.
Laura Lonatti. Radio Libertad.
El informe fue difundido por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana(ISEPCi) y la organización social Barrios de Pie, este último en marco del área de Detección Precoz de la Malnutrición. Según detallaron, el 33,4% de los niños y adolescentes misioneros que asisten a merenderos tiene problemas alimenticios o malnutrición. A nivel nacional, en tanto, las cifras hablan de un 43%.
El ISEPCi lleva adelante un relevamiento semestral de talla y peso, mediante el cual estudiaron 20 merenderos de Misiones repartidos en Posadas, Garupá, San Vicente y también Gobernador Roca, donde se sitúan comedores administrados por Barrios de Pie. Cabe destacar que los números no representan a todos los comensales, por lo que el total sería mayor. Desde la organización indicaron que en el año 2017 eran alrededor de 400 chicos los que asistían a los merenderos, número que se duplicó durante el año pasado y que hoy, en lo que va del 2019, se elevó a 1.300.
Las cifras nacionales arrojaron un 40% de aumento en la cantidad de personas censadas, lo que representa a un total de 24.700 chicos, y significa una gran diferencia respecto al relevamiento hecho hace dos años donde se registraron 17.500 niños y adolescentes. Para la realización del informe fue necesario separar en tres grupos a la totalidad de gente censada: se trata de divisiones etáreas que van de 2 a 6 años (con 431 personas), de 6 a 10 años (con 490 personas) y de 10 a 19 años (con 377 personas).
Según especificaron, corresponden a niños y adolescentes de bajos recursos que concurren a los comedores y diversos espacios comunitarios donde se evidencia la vulnerabilidad de la situación que no solamente se suscita en Misiones, sino en todo el territorio nacional. Las muestras se concretaron en 13 provincias argentinas más y, hoy día, precisaron que a los merenderos se sumaron personas adultas y gente mayor, quienes también van en busca de un plato de comida.
Laura Lonatti , responsable del área de Salud Colectiva de la organización social Barrios de Pie y además coordinadora de este informe, precisó que los relevamientos se realizan de forma sistematizada desde el año 2012. Los estudios se concretan en base a la situación nutricional de los niños, niñas y adolescentes que llegan hasta los comedores.
“El sobrepeso y la obesidad son los indicadores de malnutrición que están presentes por exceso en estos niños. Habla del impacto negativo de las políticas publicas alimentarias”, manifestó en comunicación con FM Libertad. Los patrones alimenticios en la Argentina, precisó, están orientados hacia este planteo desde hace años atrás.
Según Lonatti, con dichas cifras se están poniendo de manifiesto que las familias censadas se encuentran por debajo de la linea de indigencia y viven, en su mayoría, de un programa de empleo con montos que no permiten solventar las necesidades del ese núcleo. “Hoy por hoy, esas familias acceden a alimentos que no tienen una carga nutricional adecuada y eso hace que haya un deterioro en la ingesta de nutrientes”, añadió.
“Acá la problemática tiene que ver con el tipo de alimento que están proveyendo. Hay que resolver y rever la estructura administrativa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación porque acá nadie puede desconocer que el actor territorial en el barrio es el que permite el sostenimiento de estos espacios. Ésto lo sostiene la organización social, nosotros salimos todos los días”, aseveró Lonatti.
Emergencia Alimentaria aprobada en el Senado
Con respecto a la aprobación de dicha normativa, Lonatti indicó que sin dudas es importante el incremento que se prevé incorporar al presupuesto alimenticio. Sin embargo añadió que la ley hace hincapié en el aumento de las partidas pero no hacen mención acerca de la calidad de los mismos.
“Si no impacta en la calidad de los alimentos, estamos hablando más de lo mismo. Acá necesitamos el mapeo de los bolsones y la constitución de equipos territoriales que acompañen a esos grupos familiares Hay que modificar las características de los programas alimentarios, sino no se van a modificar los patrones que afectan hoy a los hogares más pobres de la Argentina”, sostuvo.
La detección precoz de malnutrición se efectúa mediante técnicas antropométricas que abarca la toma de medidas corporales como el peso y la talla. A partir de estos datos, se construyen los índices y se comparan las tablas de referencias.
A.B.V.
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