La divisa avanzó en bancos y agencias de la city porteña. Sucedió pese a que el BCRA absorbió más de $ 8.500 millones en las licitaciones de Leliq a 7 días. El blue, en tanto, subió 15 centavos a $ 43,65.
En la segunda subasta de Letras de Liquidez a siete días de plazo, el monto adjudicado fue de $ 82.420 millones a una tasa promedio de corte de 67,540%, siendo la tasa máxima adjudicada de 67,6901% y la mínima adjudicada 67,004%.
La inercia compradora que se instaló en la segunda rueda de la semana se mantuvo este jueves y permitió que los precios se recuperaran de las caídas previas y se volvieran a acomodar con un piso mayorista muy definido en los $ 43.
Los mínimos se anotaron con la primera operación pactada, en $ 43, trece centavos arriba de los valores registrados en el final previo. Con altibajos y marcada fluctuación, la cotización del dólar se acomodó en un rango comprendido entre los $ 43,25/$ 43,35 y se lateralizó en esa franja durante gran parte del desarrollo de la sesión.
En este contexto, el volumen creció un 6% a u$s 653 millones.
La estabilidad se rompió sobre el final de la rueda, cuando la realización de la segunda licitación de Leliq mostró una nueva baja de la tasa, acelerándose la suba de los precios que alcanzaron en ese lapso los máximos al operarse en los $ 43,41 por dólar transado.
Cabe recordar que el BCRA publicó en la víspera, cuando la plaza ya estaba cerrada, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), donde analistas y economistas privados estimaron que la inflación de marzo estuvo en el 3,8% y pronosticaron que la de abril rondará el 3,5%, cálculos estos que mostraron un alza de 0,8 puntos porcentuales respecto a los realizados a fines de febrero.
El analista Gustavo Quintana indicó que «sin que todavía se advierta el impacto del inicio de la comercialización de la cosecha gruesa y -cuando faltan algunos días para que el Tesoro Nacional efectivice el anunciado ingreso de dólares destinados al pago de deuda-, la evolución de los precios de la moneda norteamericana parece estar condicionada por la sintonía fina que utiliza el BCRA para cumplir con el programa monetario«.
Fuente: Ámbito