Camilo Cárdenas, un taxista colombiano, llevó a un pasajero muerto sin saberlo. Contó que tres hombres y una mujer se subieron a su auto y que uno de ellos parecía borracho. “Yo les dije que los llevaba pero con la condición de que no se me fuera a vomitar en el carro”, dijo.
Al llegar a su destino, dos de los hombres y la mujer pagaron el viaje y se bajaron, ayudando al amigo embriagado.
“En el camino le decían que había tomado mucho”, dijo. Al bajar, las personas se metieron en un callejón oscuro y Cárdenas vio que los dos hombres y la mujer salían corriendo, mientras dejaban tirado al “borracho”.
El taxista llamó a la Policía, que al llegar al lugar comprobó que el hombre había recibido dos disparos en su cara.
Fuente: La Mañana de Neuquén