Se cree que el hecho ocurrió cerca de las 21 del lunes, aunque el ataque fue alertado horas después por la madre del niño.
Un hombre de 31 años y su hijo de 2 aparecieron muertos en la víspera de Navidad en una casa de Pilar, Buenos Aires, después de que un familiar acudiera la vivienda alertado porque ninguno respondía los llamados.
Lo que los investigadores sospechan es que el padre mató al niño en venganza de su ex esposa y que después se quitó la vida.
El hecho ocurrió cerca de las 21 del lunes, después de que la madre del nene dejara a su hijo con su papá para que pasaran juntos la Nochebuena.
Incluso, desde el entorno de la pareja explicaron que Pupich tenía intenciones de retomar el diálogo y recomponer la relación con su ex, aunque la joven de 23 años ya le había dicho que no había forma de hacer las paces.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que hacía siete meses que Marcelo Pupich se había separado de la madre del nene, y que en varias oportunidades él había dicho que no toleraba esa situación.
«Ante eso, el hombre ya había anunciado que alguna decisión iba a tomar, aunque nadie se imaginó esto», reveló una fuente del caso a la agencia Télam, mientras que los investigadores añadieron que la principal hipótesis es que haya ocurrido un filicidio seguido de suicidio, con la intención de Pupich de llevar a cabo una venganza contra su ex.
Lo que se sabe hasta el momento es que la pareja había acordado que Pupich pasara la Nochebuena con su hijo, pero que la preocupación de su madre empezó cuando llamó al nene para saludarlo después de las 12 y nadie contestó. Como ninguno de los dos atendía el teléfono, el tío del niño acudió a la vivienda para ver qué ocurría, y ante la incertidumbre, ingresó a la casa y se encontró con los dos cadáveres en la cama.
Luego de dar aviso al 911, personal de la comisaría 4ta de Pilar arribó al lugar para resguardar la escena hasta la llegada del fiscal. Una vez allí, los peritos confirmaron que el nene de 2 años presentaba una herida de bala a la altura del oído, mientras que su padre tenía un disparo en la boca.
Además, en el lugar se encontró una pistola calibre 9 milímetros marca Bersa con la que los investigadores creen que Pupich asesinó a su hijo y luego se suicidó. El arma tiene número de serie por lo que el fiscal mandó a investigar a quién pertenece y si es robada, ya que por lo que se sabe, Pupich no contaba con permiso para portar armas.
Para confirmar quién disparó el arma homicida, el fiscal Germán Camafreita Stefich ordenó que se tomen muestras de las manos de ambas víctimas para hacer la prueba de barrido electrónico que detecta los residuos de la deflagración de un disparo, aunque casi no hay dudas de que Pupich mató a su hijo y luego se quitó la vida.
(Telam) A. C
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