Brasil: El candidato de Lula va perdiendo fuerza y en las encuestas se encuentra detrás de Jair Bolsonaro

Fernando Haddad, se encuentra unos quince puntos por debajo, según las principales encuestas, del candidato de la derecha ultra Jair Bolsonaro. Las elecciones presidenciales se realizaran este domingo 6 de octubre.

En efecto, mientras el número de personas que declaran que votarán en blanco o anularán su voto bajó al 7%, sigue habiendo una cierta cantidad de votos lulistas perdidos. Efecto, según le dicen a ambito.com fuentes de la campaña del Partido de los Trabajadores aquí en Brasilia del cerco establecido por el Supremo Tribunal Federal para que el expresidente dé entrevistas desde el penal de Curitiba en el que purga su condena por corrupción. En todas las democracias liberales, como todavía es Brasil, a los reclusos solo se les limita su libertad ambulatoria, no la de expresión.

Esa práctica, que afectó a uno de los colosos de la prensa local, Folha de São Paulo y que ha sido ampliamente calificada como censura, impide que Haddad, aún relativamente desconocido en el Brasil más profundo, recoja los frutos de «ser Lula».

Esto demora los planes del PT para el segundo turno que, si la ola Bolsonaro no crece aún más, debería desarrollarse el domingo 28. Para esa instancia, el exalcalde de San Pablo deberá inclinarse al centro y captar parte del voto moderado del país. Sin embargo, las mencionadas urgencias hacen que todavía no pueda darse el lujo de dejar de hablarle a la base lulista tradicional.

Por esa razón, canceló a último momento las caminatas que tenía previsto realizar este sábado en ciudades del Sudeste, la zona más rica y de voto más centrista de Brasil, y enfocarse en el Nordeste pobre, allí donde, se supone, el recuerdo de la amplia asistencia social de los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff es aún una ventaja para la izquierda.

El territorio elegido fue el estado de Bahia, donde se mostró junto al caudillo local, Jaques Wagner, y al gobernador petista Rui Costa, favorito para la reelección.

El problema es el mencionado al comienzo: Bolsonaro está erosionando el voto lulista tradicional y también crece en el Nordeste. Si eso ocurre de un modo decisivo, el PT se arriesga a decirle adiós a la esperanza de que haya un segundo turno.

Más allá de las encuestas, la fortaleza del «El Capitán» quedó reflejada el jueves a la noche, cuando se negó, alegando razones de salud, a participar del debate final en la Globo, el canal de mayor audiencia, y, en cambio, concedió una entrevista a la más amigable Record, propiedad de la Iglesia Universal del Reino de Dios y cuyo, dueño, el obispo Edir Macedo, ya le prometió su voto. El rating favoreció, como se esperaba, a la primera: 26,2 puntos. Pero su entrevista captó apreciables 12.

 

Fuente: Ámbito

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