El primer 0-0 del Mundial llegó con un partido en el que la pelota terminó circulando casi sin peligro Los dos avanzaron a octavos de final y Australia quedó eliminado.
A los dos les convenía el empate. En realidad, a Dinamarca un poco menos si quería asegurarse el primer puesto del grupo del Mundial Rusia 2018. Pero sucede que las especulaciones se vieron plasmadas en la cancha, al menos sobre el final del partido. Francia y los de Eriksen no se esforzaron demasiado por buscar la victoria y se apoltronaron en el cómodo empate que les aseguraba el pase a octavos de final.
Finalmente, Francia ganó el grupo. Pero al terminar el partido, el estadio silbó a ambos equipos.
Francia tuvo, sin embargo, un poco más de empuje. Sin todos sus titulares, logró una llegada con peligro de Dembélé, delantero del Barcelona, que casi termina en el fondo de la red de Schmeichel. Eriksen respondió con un tiro libre un poco más tarde.
El problema no fue el desarrollo del partido, sino el final: los jugadores de Dinamarca dormían el ritmo, jugaban tranquilos atrás y no demostraban mucho ímpetu de salir a buscar el partido.
Cuando terminó, los abucheos se hicieron presentes en el estadio Luzhniki, en Moscú. (Clarín)
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