Reflexión del Pastor Guillermo Decena: La Fe en la Navidad

La Navidad despierta una fe tremenda con el nacimiento de Cristo, él ha vencido al maligno y por eso debemos elevar un cántico de alegría y triunfo. La desesperanza y el desánimo son las armas del enemigo, pero la Navidad es prueba que Dios nos ama con amor eterno.

 

 

Ver Lucas 1:26-45.

  1. I)                    Cuando hay fe hay alabanza

Lucas 1:46-55

Este pasaje se conoce como el magníficat, que es la traducción latina para “Engrandece mi alma”. También se conoce como el cántico de María. Este cántico se compara al de Ana, al recibir palabra de que iba a concebir a Samuel, y al cántico de Miriam, la hermana de Moisés, al pasar el pueblo de Israel en seco el mar Rojo.

Este cántico de María, este magníficat es un cántico de victoria, de guerra. Si Dios te ha visitado, si te ha rescatado, si la mano de Dios ha estado sobre ti, ya has elevado tu propio cántico de victoria y liberación al Señor.

Si no has experimentado ese advenimiento, esa venida del poder de Dios sobre tu vida, quiera Dios que hoy conozcas tu propio cántico de victoria. ¡Cristo vino para que tengas una vida feliz!

 

  1. II)                  Cuándo hay fe hay exaltación.

¿Qué quiere decir María en el versículo 48? Que desde su trono el Señor mira, ve y se da cuenta de nuestra bajeza  como seres individuales. Él es capaz de ver una congregación y verle a usted sentado en el banco y oír su voz entre la multitud.

Dios no crea bajeza, Dios exaltado y sublime, no está en los negocios de crear bajeza. ¿De dónde sale esta bajeza entonces? Satanás ha usurpado la tierra, es más, nuestros antepasados en el huerto del Edén entregaron las llaves y les abrieron la puerta. No le pertenecía y ahora instituciones enteras, gobiernos, escuelas públicas, universidades, instituciones financieras, son invadidas por sus huestes y están bajo su influencia. Cómo puede haber paz, cuando Satanás tiene demonios estratégicos sobre cada ciudad y territorio. Yo sé que muchos de nosotros, en mayor o menor medida, hemos discernido la influencia de esa cautividad. No requiere gran espiritualidad para que se den cuenta que las cosas que no están marchando como deberían marchar en la Argentina. Hay una inquietud en el alma humana que por más inconversos y seculares que seamos, nos dice que algo está fuera de frecuencia, fuera de sintonía. “Lo que está pasando no es normal”, aunque por generaciones ha sido así, algo nos lo dice, y ese algo es el Espíritu de Dios dentro de ti, “despierta, esto no es normal”.

Vivimos en cautividad y no nos damos cuenta. Pero Dios ve nuestra cautividad, oye nuestro clamor y viene en Belén. Dice la palabra, que él oye el clamor de los presos y viene en lo que conocemos como navidad. Los oigo, desde su trono él dice, te oigo y En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13:35) por ustedes y vengo por vos, vengo a tu rescate.

La promesa del nacimiento es que viene Dios, viene el Mesías a nuestro rescate. Y a través del Antiguo Testamento hay literalmente miles de escrituras señalando esta misma promesa una y otra vez, recordándole al pueblo de Israel “su redentor viene, no se desesperen”. Entre los miles de escrituras que pueden leer, está Isaías 9. (Isaías 9:1-7)

Si usted carga con un yugo, con la vara del opresor sobre su espalda, ¡no es normal y no es la vida que Dios quiere que tenga!, sea lo que sea, el Señor tiene el poder de quebrantar ese yugo. Dios te promete que eso es su prioridad, porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto revolcado en sangre serán quemados.  “Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado. El principado, el gobierno, el reino, la autoridad última sobre su hombro y se llamará su nombre admirable consejero Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz”.

La desesperanza es una de las armas principales de Satanás. Usted ha oído sus susurros, él lucha por llevarte a ese punto de la desesperación, pero la Navidad es prueba que Dios nos ve, que nos tiene en cuenta.

Al acercarse el tiempo de su venida, él envía a un ángel con ese mensaje, Gabriel. ¿Sabe lo que quiere decir Gabriel? El fuerte de Jehová, el guerrero de Jehová. Un ángel armado hasta los dientes, el Señor le envió. Porque Dios busca y se revela a ese puñado de héroes que se atreven a creer la palabra de Dios y la promesa que Él tiene a pesar de las circunstancias que te rodean. Y mientras Satanás te dice “se olvidó de ti”, el Señor dice, “vengo por ti, no me he olvidado de ti, miro tu bajeza, vengo a tu rescate”.

 

 

 

III)                La fe desata honra para siempre

Al venir Jesús, esto es lo que Él hace. Al llegar la Navidad, primeramente contigo, todo cambia. Y no solamente para vos sino para las generaciones que te seguirán. Dios no quiere meramente intervenir en tu circunstancia o tu problema, él te ve a ti como madre y padre de una generación, no importando tu edad o situación. Las promesas del Señor es que generaciones me llamarán bendecido, generaciones dirán, por él, por ella, yo vine a Jesús, soy yo bendecido.

Al Señor lo que le interesa hacer y lo va a hacer hoy si usted lo deja, es cancelar la maldición. Si en su familia ha habido maldición puede decir “hasta aquí, conmigo comienza una cadena de bendición”. Los que le siguen y sus antepasados serán bendecidos por ti, porque Dios es el mismo, ayer, hoy y por todos los siglos.

 

(Ver Lucas 1:49) Lo que hizo Dios con y por María fue único. Eso hay que establecerlo. Ella fue escogida para la misión sensible de traer al mundo el bebé que sería el Mesías encarnado. El Señor no escogió a cualquiera. Leyendo este pasaje vemos quién era María, y me recuerda a muchas de ustedes. El Señor no le estaba pidiendo solamente que cargara este niño y verlo nacer, el Señor le estaba pidiendo que lo viera morir. Lo que Él hizo con ella fue único.

Pero en otras maneras lo que hizo Dios por ella él hace por todos nosotros, en otras maneras, lo hace para aquellos que se disponen, los que están dispuestos que lo haga.

 

(Ver Lucas 1:34) Usted ha entrado hoy en la zona de lo imposible. Usted ha cruzado el velo mágico de un lugar invisible, cuando usted pasa por el umbral de este santuario y llega a este lugar, usted ha cruzado por el velo del templo. Ahora lo imposible se hace muy real. Lo mismo ha hecho Dios con muchos aquí. Lo mismo hará Dios por ti si lo permites. A los que le temen, dice ahí, el Espíritu Santo vendrá sobre de ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.

 

(Ver Lucas 1:51) Lo menos que quiere Satanás es que nazca una raza de seres engendrados por el Espíritu Santo. Ese era el plan de Dios. Satanás detesta la Navidad, para él es una pesadilla hacer memoria de ese bendito pesebre y lo que salió de allí. El Señor conocía el demonio encargado de Belén y durante su siesta, ahí nació Jesús

El cuerpo de Cristo es una amenaza para el reino de las tinieblas, porque con su brazo el Espíritu Santo hará proezas a través de ti, cancelando la maldición en el mundo que te rodea y retomando para el Reino de Dios regiones enteras reclamadas por Satanás.

El versículo 52 tiene sentido terrenal: gobiernos, legisladores, la justicia, el presidente, el gobernador, el alcalde; pero también aquí “a los poderosos” se refiere a príncipes espirituales. Pablo nos advierte que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, como dice en Efesios 6, sino contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo y  huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, y ellos tienen influencia sobre los soberbios en pensamiento de sus corazones, sentados en lugares de influencia.

No se trata de política, se trata de guerra espiritual. Y a propósito, el que se sentará en el trono de David gobernando para siempre no permitirá que Satanás se salga con la suya en su reino. Por eso los ministerios sociales, se distinguen un poco de la justicia social acostumbrada. Iglesia, esto se trata de guerra espiritual. Las almas de nuestra milicia no son de este mundo, pero son poderosos.

 

(Ver Lucas 1:54) Mis hermanos, sepan, Dios no se ha olvidado de su misericordia. Dios se acuerda de cada uno de las promesas que le hizo a Abraham  y a su descendencia y ahí nos colamos nosotros. Cada una de esas promesas.

Dios había escogido a María para una asignación difícil y única. Tal vez usted está aquí lamentando es la asignación que Dios le ha dado  y tal vez no es la asignación que usted le ha pedido.  Si usted dice como María, “he aquí tu sierva, he aquí tu siervo, haga conmigo lo que tu deseas”, el Espíritu Santo vendrá.

Hoy él te cubrirá con su sombra. Mis hermanos, no hay un ser aquí que Dios no esté dispuesto a activar en una vida que le va a sorprender ¡Esa es la navidad!

Que Dios te bendiga y el amor de Jesús renazca en tu corazón trayendo victoria en cada área de tu vida! Feliz Navidad!

 

Pastor Guillermo Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

 

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