River y la altura: Mora no paró de correr, Barovero marcó la diferencia de planteles

Los millonarios hicieron un buen partido en La Paz y cosecharon un 1-1 ante The Strongest; el rendimiento físico del equipo, bajo la lupa de los protagonistas.

ada vez que un equipo argentino se encuentra ante el desafío de jugar en esta ciudad, la preocupación por los 3600 metros de altura sobre el nivel del mar es el tema recurrente. Pero, técnicamente, son 3640 metros. La diferencia es mínima y los problemas los mismos: falta de aire, cansancio, apunamiento y los improvisados movimiento de una pelota más caprichosa que de costumbre.

Ayer, por la tercera fecha del Grupo 1 de la Copa Libertadores, River.   aprobó el examen de las condiciones geográficas y se llevó un importante 1-1 contra The Strongest, que pudo ser una victoria si no hubiese sido por el gol de los locales en los minutos finales. Sin embargo, pese al físico de Rodrigo Mora, se vio influenciado. ¿Cómo lo vivieron los futbolistas? ¿Qué conclusión sacó Gallardo? ¿Era por abajo, Sebastián Driussi?

Marcelo Barovero fue, junto con el delantero uruguayo, una de las figuras del equipo. Atrás quedó el error en la goleada sufrida contra Colón. El arquero fue una pieza fundamental para evitar más de un gol del equipo boliviano. También fue uno de los pocos que habló de los efectos de la altura: «Cada partido tiene su historia y acá dependés mucho de la suerte porque por ahí un remate desde lejos te termina de arruinar todo lo que podés planificar. Pero todo sirve y uno trata de volcar las experiencias de cada partido». Y remarcó la diferencia con la resistencia física con los jugadores locales: «Yo vi jugadores sueltos, pero no podemos competir con la misma intensidad. Y eso hace que uno lo sufra adentro de la cancha».

Sin dudas, entre esos jugadores «sueltos» se encuentra Rodrigo Mora. El delantero no paró de correr ni un minuto, y además de despachó con un golazo con una pirueta. El único momento en el que evidenció rastros de cansancio fue después del partido, antes de ingresar al vestuario, cuando se detuvo para hablar con el periodista de TyC Sports. «Jugamos un gran partido, no merecíamos el empate.

Hemos hecho un gran esfuerzo en el que por ahí salieron bien las cosas, hasta faltando cinco o 10 minutos, como la última vez en Oruro (por la primera fecha de la Copa 2015, los millonarios perdieron 2-0). Hay que seguir, esto recién empieza», dijo el uruguayo, con audibles signos de agitación.

El desgaste del equipo, de todas formas, fue más que evidente. Y el mejor ejemplo gráfico fue la imagen de Ignacio Fernández con una máscara de oxígeno en el banco de suplentes, minutos después de abandonar el campo de juego, a los 15 minutos del segundo tiempo.

Para Marcelo Gallardo, en cambio, se resaltó la actitud de sus dirigidos. «Lo de hoy fue una muestra de carácter. Había que marcar presencia en un terreno que no es fácil, con todo lo que significa venir a jugar a la altura, era un desafío sostenerlo bien, y creo que, por momentos, se logró sin muchos inconvenientes. El punto nos va a servir si conseguimos ganar nuestros partidos como local», analizó el DT en el campo de juego.

¿Era por abajo, Driussi? Dicen los que saben que un disparo elevado en La Paz puede tomar aún más altura de lo habitual. Ayer, a los 21 minutos del segundo tiempo, y luego de una excelente maniobra de Mora, Driussi quedó mano a mano con el arquero Vaca, en una clara chance para liquidar el partido. Sin embargo, el volante quiso definir como Messi contra Arsenal, picarla por arriba del uno boliviano, y la pelota se fue desviada por arriba del travesaño. En la altura, sí, era por abajo.

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