Le ponía droga en el mate y la violaba

La mujer secuestrada, sedada y violada por su ex novio en la localidad neuquina de Cutral Co contó su calvario. «Me sentía todo el día con sueño hasta que vi que era porque le ponía Rivotril», narró.

 

«Me sentía casi todo el día con sueño, hasta que vi que me ponía Rivotril en el mate. Me dominaba físicamente y no podía resistirme; no consentía, pero tampoco sabía cómo resistir a lo que me hacía, le tenía miedo», la frase de Karina, de 39 años aterra.

 

Según contó, fue sometida durante dos años por su pareja, que también enviaba fotos de ella desnuda a sus amigos. La mujer admitió que por miedo no denunció todo esto en la fiscalía y que sólo se limitó a acusar por maltrato a su ex.

 

«Ya no estoy con él, pero hizo estragos en mi vida. El día que pude escaparme, sólo quería irme y que terminara todo de una vez. El personal policial que me acompañó me contuvo mucho en ese momento. De ahí me acompañaron a hacer la denuncia, donde dije que él me pegó porque es mucho más fuerte que yo», reconoció la víctima a La Mañana de Neuquén, y confirmó que no acusó a su ex formalmente por haberla sedado y haber abusado de ella, una situación de violencia de género que ayer reveló este medio.

 

Luego, la mujer explicó que «estaba enamorada» y relató: «Durante los primeros meses me mostró su lado más encantador. Pero a los dos meses de mudarnos juntos sucedió el primer hecho de violencia. Me agarró del cuello y empezó a pegarme trompadas hasta noquearme. Lo único que me acuerdo es que, cuando me desperté, estaba en el hospital y había policías porque desde el hospital los habían llamado», recordó.

 

Tras ese primer hecho, Karina interpuso una medida cautelar. Pero él la sedujo nuevamente y, cuando volvieron a estar juntos, la acompañó a retirar la denuncia. «Tenía la esperanza de que hubiera cambiado», aclaró la mujer.

 

«En abril de este año empezaron de nuevo los ataques de celos y los maltratos, me agarraba del cuello hasta dejarme sin aire», detalló. Pese a todo, Karina sólo quiere que él haga un tratamiento. «Me alcanza con que no vuelva a molestarme, por eso elegí la probation», concluyó.

 

La Justicia intervino por una denuncia de maltrato. Y en la formulación de cargos la fiscalía acusó al agresor por «lesiones leves agravadas» por la relación de pareja y haber mediado violencia de género. Como el delito tiene una pena de menos de tres años de prisión, y el acusado no tenía antecedentes, se acordó una probation: debe cumplir un tratamiento psicológico.

 

 

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