Esta noche juega Boca-Guaraní por la Copa Argentina. Para Boca es un torneo menor que está obligado a ganar, para no perderle pisada a River en títulos y porque su historia así lo indica.
Pero para Guaraní, directamente es la final de la «Champions League», el partido que más se recordará de todos los que jugó desde que volvió a la elite del fútbol argentino. Este encuentro va a parar a la vitrina de grandes partidos como el Guaraní 1-Independiente 0 por el Nacional 1985 o el Guaraní 0 – Boca 1 del Nacional 1971, único choque por los puntos de ambos equipos…hasta esta noche.
Sin embargo, parece el mundo del revés. Boca va con lo mejor que tiene, encabezando esa lista de jugadores con Carlitos Tévez. En cambio, Guaraní encara este partido con suplentes. ¿Por qué? ¿El mundo del revés?
¿Que los titulares no se cansen?
Normalmente, cuando un DT guarda jugadores titulares para una competencia alternativa se tiende a pensar que está cuidando su físico, para que encaren el torneo principal más descansados.
En este caso, el enfoque es distinto. A Guaraní le está yendo tan mal en la B Nacional (está último en la tabla de los promedios y perdió los últimos tres partidos) que no está claro cuál es el mejor equipo, si los que jugaron el domingo en Caballito ante Ferro (supuestos titulares) o los que estarán en San Juan, un mix con algunos titulares y mayoría de suplentes.
Es fútbol y no hay lógica. Tal es así que los supuestos suplentes jugaron tan bien ante Argentinos por los 16avos de final de esta Copa Argentina, que daban ganas de verlos a todos en cancha el próximo fin de semana por la B Nacional.
«Estaba convencido de que iban a ganar», dijo Martín Zuccarelli, consultado por la decisión de llevar un mix.
El hambre y las ganas de ganar
La realidad, es que esta noche más que suplentes habrá un «mix» y estarán en cancha jugadores que son titulares como el arquero Ale Medina o el capitán, Tobías Albarracín y otros «semi titulares» como Sergio Sagarzazu, Miguel Alba, Jorge Piñero da Silva o Eric Jerez. Es decir, son jugadores que fueron titulares o tuvieron minutos enlos últimos 10 compromisos de Guaraní.
En realidad, los Zuccarelli no eligieron entre supuestos titulares y supuestos suplentes. Se decidieron por un grupo de jugadores que vieron mejor para encarar este compromiso desde el hambre, las ganas de ganar y las ganas de mostrarse y de mostrarle a todos lo que valen. Esa fórmula le dio resultados ante el «Bicho» y apuesta a esa llama sagrada que tiene todo futbolista. Que se «agranda» en la adversidad. Es la única forma de tener alguna chance ante Boca.
No quiere decir que los que no viajaron no tengan ganas de ganar. Pero el partido no significa lo mismo para cada jugador, cada uno viene con una trayectoria.
Por ejemplo. Si bien este partido es histórico para Guaraní, su hinchada y su gente. ¿Es histórico para un jugador de la talla del Chino Benítez? Alguien que fue campeón de Argentina y de América y que jugó la final de Mundial de Clubes ante el Barcelona de Messi en Dubai? Probablemente no.
Por último, hay que decir que a juzgar por los resultados y el rendimiento en cancha, el supuesto equipo titular de Guaraní hoy por hoy, no es garantía de mayores posibilidades de ganar. Es una apuesta. Esta noche se sabrá si salió bien o mal.
MB
EP
