A la disconformidad por un laudo que apenas otorgó un aumento semestral de menos de 5 por ciento en los precios de la hoja verde de yerba mate, el sector productivo sumó una nueva decepción en los últimos días: el gobierno nacional determinó unilateralmente una suba de 23 a 29 centavos en la tarifa sustitutiva que se cobrará por cada kilo de hoja verde cosechado, cuyo destino será cubrir los aportes sociales de los tareferos. Con ello, habrá que descontarle seis centavos más al precio de la materia prima. Argumentan que la competencia para modificar la tarifa sustitutiva es exclusiva de la comisión de seguimiento integrada por representantes de los trabajadores rurales, los productores y los secaderos.
El convenio de corresponsabilidad gremial para el sector yerbatero continúa generando polémica a pesar de que todavía no entró en vigencia efectiva. La discusión ahora pasa por el valor de la tarifa sustitutiva, que es el monto fijo que se debe descontar del precio de la hoja verde para cubrir los aportes patronales y contribuciones sociales correspondientes a los trabajadores del sector rural. Cuando se avanzó en la versión final del acuerdo, dicha tarifa quedó establecida en 22,8 centavos por kilo de hoja verde, pero el viernes pasado se publicó en el Boletín Oficial de la Nación una resolución mediante la cual dicho monto se elevó a 29 centavos y quedó fuera de ese valor el aporte sindical.
Para los productores, la principal implicancia de esa resolución es que en vez de descontar 22,8 centavos por cada kilo de hoja verde que vendan, deberán descontar 29 centavos y además deberán pagar aparte los aportes sindicales, concepto que antes estaba incluido en la misma tarifa. Para una cosecha que se prevé en alrededor de 800 millones de kilos anuales, esa diferencia de seis centavos se traduce en casi 50 millones de pesos menos en manos del sector primario de Misiones y norte de Corrientes.
Para Nelson Dalcolmo, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) por la producción, la Nación se excedió en sus atribuciones al modificar la tarifa sustitutiva, ya que esa función recae en una comisión integrada por representantes de los trabajadores rurales, de los secaderos y de los productores, entre otros.
Afirmó que, atento a que está pendiente de homologación el último aumento salarial acordado para los tareferos, se estaba trabajando en el marco de esa comisión en un incremento en la tarifa sustitutiva para que la recaudación en aportes jubilatorios y de obra social se ajusten a los nuevos salarios. Ahora temen que con la homologación del nuevo salario para los tareferos, la tarifa vuelva a incrementarse. “Hoy tenemos 29 centavos sin la homologación del último aumento salarial de 28 por ciento para los trabajadores, cuando se homologue nos van a aumentar a 35 centavos la tarifa sustitutiva”, señaló Dalcolmo.
Por su parte, Jerónimo Lagier, otro de los representantes de la producción en el INYM, consideró que la resolución de la Secretaría de Seguridad Social está viciada en varios puntos. “No consultaron a las partes implicadas, no pueden tomar decisiones a fondo como lo hicieron, pusieron una tarifa pero no explicaron el cálculo que hicieron para obtenerla”, dijo.
Los representantes de los productores cuestionan además que se haya sacado de la tarifa sustitutiva el costo de los aportes sindicales, lo que obligará a quienes contraten mano de obra a pagar la tarifa sustitutiva y además los montos correspondientes a los aportes sindicales.
Para ambos directores, el aumento de costos que experimentarán a partir de la entrada en vigencia de las nuevas escalas salariales de los tareferos, sumado a los cambios introducidos en la tarifa sustitutiva representan razones suficientes para reabrir la sesión especial de precios del INYM en búsqueda de un acuerdo para definir precios para la hoja verde y la canchada que superen a los establecidos por el laudo de la Nación, que otorgó una suba de menos de 5 por ciento en relación a los valores vigentes durante el semestre pasado.
JRC EP
