El gaucho e hijo adoptivo de la tierra colorada dejó de existir ayer y en su último adiós recibió el reconocimiento de su familia, vecinos y compañeros de estirpe campera, dejando una huella imborrable entre los defensores de la tradición, la música regional y los peregrinos devotos de la Virgen María.
Raúl Francisco Silva, si bien nació en Entre Ríos vivía en Misiones desde hace casi 50 años, y dirigía la agrupación gaucha Tres Provincias. Organizador, jinete y referente de las cabalgatas hasta la Basílica de la Virgen de Iratí en Corrientes, supo ser anfitrión de la doma en el predio de Parada Leis.
Talabartero de profesión trabajó hasta el último día en su local sobre la avenida Lavalle casi ruta nacional 12.
Seguramente ahora desde el cielo junto a su admirado José Hernandez, el gaucho y jinete eximio descansa ya bajo el manto de la Virgen María.
“Y apenas la madrugada
empesaba a coloriar,
los pájaros a cantar
y las gallinas a apiarse,
era cosa de largarse
cada cual a trabajar.
Este se ata las espuelas,
se sale el otro cantando,
uno busca un péllon blando,
éste un lazo, otro un rebenque,
y los pingos relinchando
los llaman dende el palenque.
El que era pion domador
enderezaba al corral,
ande estaba el animal
bufidos que se las pela …
y mas malo que su agüela
se hacía astillas el bagual.
Y alli el gaucho inteligente,
en cuanto el potro enriendó,
los cueros le acomodó
y se le sentó en seguida
que el hombre muestra en la vida
la astucia que Dios le dió…
Fragmento de El gaucho Martín Fierro, de José Hernández.
GS. PP 1