Lexi la perra samoyeda se estaba impacientando un poquito por su paseo matutino, pero en ese momento su dueño estaba durmiendo. Ya que ella no podía salir sin su acompañante, decidió despertarlo. Contrariamente a otros perros molestos que podrían saltar en la cama ladrando fuertemente, ella prefiere el método lento y suave.
Ella insiste silenciosamente, colocando su pata peluda delicadamente en el pecho de su dueño. Pero su amo parece estar en un sueño intenso esta mañana en particular, por lo que Lexi tiene que implementar una táctica más persuasiva.
