Parrilli negó la existencia del espía misionero acusado por Nisman

El titular de la Secretaría de Inteligencia, Oscar Parrilli negó la existencia del supuesto espía misionero que aparece mencionado en la denuncia del fiscal Alberto Nisman como enlace con Irán para encubrir el atentado a la AMIA. En un documento oficial enviado al juez federal Ariel Lijo, quien analiza la denuncia lanzada por Nisman antes de aparecer muerto en su departamento, Parrilli además revela que Allan’, quien se trataría de Ramón Allan Héctor Bogado, no pertenece ni ha pertenecido como personal de la planta permanente, contratado, de gabinete ni personal transitorio de la SIDE. En cambio, el 12 de noviembre del año pasado, la secretaría de Inteligencia formuló denuncia criminal a los fines de esclarecer la posible comisión del delito de «tráfico de influencia» por parte Alan Bogado, quíen, no siendo personal de este organismo, se presentaba ante funcionarios de la Administración Nacional de Aduana como agente de esta Secretaria, según el del registro del Departamento de ContrainteIigencia de la Dirección General de Operaciones.

Este sería Ramón Allan Héctor Bogado, el misionero denunciado por hacerse pasar por espía y fue acusado por Nisman.
Este sería Ramón Allan Héctor Bogado, el misionero denunciado por hacerse pasar por espía y fue acusado por Nisman.

Bogado también aparece denunciado por extorsión en otra causa, en la que la SIDE ya había respondido que no pertenecía a ese organismo.
La misma respuesta dio Parrilli en el caso de Héctor Yrimia, el otro supuesto espía denunciado por Nisman.

 

Bogado tiene 44 años y nació el 15 de abril de 1970 en Posadas, aunque tiene domicilio en Capital Federal.
En sus datos, como ocupación figura ser estudiante. Llamativamente, cuando después de que trascendiera su nombre, bajó su página de la red social Facebook, donde tenía pocos amigos y casi ninguna foto familiar.
En cambio, tenía fotos en manifestaciones públicas y en un recital de Patricio Rey. También era amigo, en esa misma red social, del grupo Quebracho en su representación misionera.
La mesa política de Unidos y Organizados -la agrupación La Cámpora- que aparecía mencionada por algunos medios como la “protectora” del espía misionero, negó conocer a Bogado y que otro de sus integrantes, señalado por medios porteños, trabaje para los servicios de inteligencia.
La respuesta de Parrilli obedece a un pedido del juez federal Ariel Lijo, quien reclamó a la Secretaría de Inteligencia (SI) la identidad de los dos presuntos espías mencionados por el fallecido fiscal Alberto Nisman en su denuncia sobre un supuesto encubrimiento oficial del atentado a la AMIA.
Uno de ellos era el misionero,supuesto agente de Inteligencia que aparece mencionado en los escritos del fiscal hallado muerto el lunes por la madrugada.
En un exhorto librado al titular de la SI, Oscar Parrilli, Lijo hizo lugar a un pedido del fiscal Ramiro González, quien debería expedirse sobre la denuncia de Nisman para impulsar la investigación e incluso determinar si el juez tiene competencia sobre el tema.
El lunes la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenó al jefe de la SI la desclasificación de todos los nombres de presuntos agentes de inteligencia mencionados por Nisman y cuya identidad está preservada por ley.
Nisman aseguró haber identificado a Bogado a partir de un mensaje de texto que le envió a Khalil, cuyo teléfono estaba “pinchado” por la oficina de intervenciones telefónicas de la SIDE (conocida como OJOTA) y por orden del juez Canicoba Corral- a su dirección de correo electrónico. Este mail era utilizado por un usuario de la red Sonico.
Luego, Nisman halló una foto de Bogado en la sección de notas sociales en un medio misionero. Allí se ve a Allan Bogado acompañado de mujeres y un bebé. Según la denuncia del fiscal, esas mujeres figuran entre los contactos de la red Sónico de Bogado.
Para Nisman estaba confirmado que Bogado trabajaba para la Secretaría de Inteligencia- aunque en su denuncia dice que le juez que intervenga en el caso debe comprobarlo -porque él “se presentaba como agente y porque manejaba información calificada como sus datos personales”.
Lijo interrumpió sus vacaciones y volvió el lunes al juzgado, donde ordenó medidas para «preservar las pruebas» presentadas por Nisman, en especial 19 discos conteniendo grabaciones telefónicas realizadas por el fiscal.

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