Bergüzar Korel y Halit Ergenç son los protagonistas turcos de la novela que va por El Trece, quienes llevaron su romance guionado a la realidad. ¡Enterate cómo fue el flechazo!
Las mil y una noches ya se echó a rodar por la pantalla de El Trece. De lunes a viernes a las 23 horas, nos empezamos a zambullir en el mundo de esta gran producción turca que ya conquistó al público de Medio Oriente y también al latinoamericano, de la mano de la gran historia de amor de Sherezade y Onur.
Realizada en escenarios naturales, la trama se centra en una mujer que debe enfrentarse al dilema ético de aceptar pasar una noche con su jefe a cambio de dinero, para salvarle la vida a su hijo enfermo de leucemia. La novela, que fue grabada entre 2006 y 2009, ya fue un verdadero boom que se esparció al turismo en Turquía, la moda y la gastronomía.
Pero, no sólo la historia de la ficción es apasionante. En la vida real, Bergüzar Korel (32) y Halit Ergen (44), los actores protagonistas, también viven un gran romance que empezó justamente en las grabaciones de la ficción.
Ergenç, tras el flechazo, se divorció de su esposa y logró conquistar a Korel, quien también tenía una relación. En 2009, Halit y Bergüzar se casaron y en 2010 fueron papás de Alí, su primer hijo.
La actriz contó en una entrevista para el programa Más vale tarde, de Chile: «Halit no se parece nada a su personaje, sólo le pone el cuerpo. El amor que sentimos sí se puede parecer pero no tiene tanto en común con el de la ficción».
Bergüzar agregó: «Ya pasó mucho tiempo desde que hicimos la novela y no me da celos que les guste a otras mujeres. Sé cómo salir adelante de este tipo de cosas. La familia para nosotros es una prioridad. Ojalá que crezca, es lo que queremos. Alí quiere un hermano y yo quiero tener otro hijo, ojalá se dé. Como marido es muy tierno, hace sorpresas, es cariñoso, me abraza mucho, es elegante y le da importancia a quien quiere, a la persona que tiene enfrente, es un hombre maravilloso, es un buen padre y una buena pareja. Siempre hablo con él y le consulto todo, tenemos una vida totalmente compartida, siento que somos una unidad y es mutuo».
