Los pibes de Néctar que hace ocho años comenzaban a ensayar en Alta Gracia hoy soy piezas claves del nuevo rock misionero, que se exporta a puro pulmón más allá de las fronteras de la provincia. El próximo 28 de diciembre festejan ocho años de vida, dos discos y una carrera que los llevó a ser brillantes exponentes del rock misionero en el Cosquín Rock. Para festejar harán fiesta junto a Chico Mendes (Formosa), Mauro Czarny y Musgo; Cerebro De Mono pintará en vivo.
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Ocho años es un tiempo que puede verse como extenso o muy breve, para la música los tiempos del under son laxos y nadie puede decir cuánto incuban las bandas hasta explotar en la escena local, por eso Néctar invita a los fans, esos que los cargan de energía para seguir haciendo música a festejar juntos el domingo 28 en el club Alemán. Las anticipadas podes hallarlas en Unity Skateshop (Junín 2241) y That Metal Shop (Jujuy 2492) o en el local del shopping del Hipermercado Libertad.
Néctar, es una banda misionera dueña de un sonido muy particular generado a partir de las diversas influencias de los integrantes de la banda que pasean desde el Rock, Funk, al Hardcore, Hip hop, Metal, y Sonidos alternativos, con letras que hablan de la identidad Misionera. Ali Salum Duarte en voz, Dani Méndez en guitarra, Diego Solís en batería, Juan Martín Sipituca en bajo y Bebe González (la reciente incorporación) en sintetizador integran este grupo día a día se afianza en el camino de la independencia.
“Sí, todo cambia, es como tiene que ser. No hay lugar para lamentos, deja las lágrimas. Y ponte en pie! este es el momento!” dice la canción “Resiliente” y es una de las tantas muestras de esa creatividad de Néctar que cautiva a los que escuchan la banda. En vivo Ali & compañía desatan el pogo de forma casi natural con sonidos que te envuelven como fragancia selvática y te deja moviéndote, sacudiendo el cuerpo como en un baile místico que te trae selva, rock y letras como puñetazos.
La marca de fábrica de Néctar es “Yo no soy de acá” un tema que en un principio los músicos miraban de soslayo y hasta era como un juego, según afirmaron. Pero ya es un emblema, por la sencillez de la letra y su imponente melodía. “Yo no soy de acá, yo soy del interior…”, del estribillo es coreado en cada presentación de la banda y desata lo más rabioso del pogo.
Para los integrantes, Néctar ya dejó de ser un hobbie para convertirse en un proyecto musical. Y eso implica autogestión, trabajo y compromiso, que la mayoría de las veces, no cuenta con el apoyo y el estimulo de las áreas de cultura del Estado. «Lo mejor sería que al menos nos den la posibilidad de mostrarnos. Nosotros solo queremos tocar”, dijeron
Añadieron “que al menos se genere lo mínimo de recursos para movernos y tocar. Vemos que de parte de muchos organismos tienen la posibilidad de facilitarte muchas cosas pero nunca hay presupuesto”. Y coincidieron en que “el problema acá es que no hay lugar, no hay un espacio copado para tocar”.
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