Empresarios proponen políticas públicas para el desarrollo foresto-industrial al 2020

Las empresas nucleadas en la Asociación Forestal Argentina (Afoa) consensuaron una propuesta que fue  presentada en las mesas estratégicas del gobierno nacional y a los equipos técnicos de los principales partidos políticos de cara a las elecciones 2015. “Con políticas correctas se puede lograr para 2020 un crecimiento económico significativo, aumentado el valor de la cadena productiva foresto-industrial a 15 mil millones de dólares (50% más). Además, el sector tiene capacidad para duplicar las exportaciones a 2.000 millones de dólares anuales, revirtiendo su déficit comercial histórico”, detallan en el documento. Por otra parte, aseveran que con el desarrollo de la actividad se podrían crear 64.000 empleos directos y 160.000 empleos indirectos en zonas rurales y economías regionales.

 

Las principales empresas forestales y foresto-industriales del país nucleadas en la Asociación Forestal Argentina (Afoa) consensuaron una propuesta de política públicas sectorial para el quinquenio 2015-2020 que fue presentada a las autoridades del gobierno nacional que conducen las mesas de debate de los Planes Estratégicos Agropecuarios e Industrial  (PEA 2020 y PEI 2020), además de enviar el documento a los equipos técnicos de los principales partidos políticos con miras a las elecciones presidenciales de 2015.

 

ArgentinaForestal.com accedió al documento -presentando a continuación una síntesis de su versión preliminar ya que continúa en estado de evaluación- donde se destaca que el país tiene amplias ventajas comparativas para la producción forestal, teniendo un patrimonio de 1,2 millones de hectáreas de plantaciones forestales y 50 millones de hectáreas de bosques nativos reconocidos en los ordenamientos provinciales realizados bajo la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos.

El patrimonio nacional en bosques nativos es muy importante tanto por sus valores ambientales como sociales, culturales y económicos. Mientras que el 95% de la industria de base de bosques cultivados se provee de maderas producidas por plantaciones de alta productividad (pinos, eucaliptos, álamos, etc).

La madera es un producto insignia de la bio-economía. Es renovable, reciclable, carbono neutral y con amplísimas aplicaciones industriales que incluyen papeles, muebles, viviendas, energía, y un sinfín de nuevas aplicaciones a partir de la nanotecnología y la biotecnología.

Es además, un generador de industrias y servicios complementarios, como la química, el transporte, la informática, ingeniería, el diseño, etcètera.

“La industria foresto-industrial ofrece múltiples posibilidades de agregación de valor cerca de las forestaciones, generando un efecto multiplicador de empleo y de divisas, dos factores de alto interés para el próximo quinquenio”, destacan desde la Afoa. “El sector forestal puede ser, además, un potencial de crecimiento para posicionarse en la liga de grandes jugadores mundiales. Este documento estima la capacidad del patrimonio forestal del país como fuente de inversiones, de divisas, de empleo y desarrollo sostenible en el próximo quinquenio y propone las principales políticas requeridas para su logro”, indican en su introducción a la propuesta.

Sostienen que “con las políticas correctas se puede lograr para el 2020 un crecimiento económico significativo, aumentado el valor de la cadena productiva foresto-industrial a 15 mil millones de dólares (50% más). Además, el sector tiene capacidad para duplicar las exportaciones a 2.000 millones de dólares anuales, revirtiendo su déficit comercial histórico”.

Por otra parte, aseveran que con el desarrollo de la actividad “se podrían crear 64.000 empleos directos y 160.000 empleos indirectos en zonas rurales y economías regionales”.

 

Las metas al 2020

 

Para lograr el crecimiento económico, la creación de empleo y duplicar las exportaciones; se deben alcanzar en principio las siguientes metas al año 2020:

1) Incrementar la superficie forestal plantada: habría que aumentar un 20% la superficie forestada, alcanzando 1,44 millones de hectáreas, con un 50% de la misma certificada por gestión sostenible. Esto implica lograr forestaciones de 80.000 hectáreas anuales hasta alcanzar 100.000 hectáreas en 2020; una inversión del Estado de 40 millones de dólares anuales; y una inversión privada de 60 millones de dólares anuales. Este escenario generará empleo anual forestal directo: 48.000 personas.

2) Producción Industrial: lograr una industria competitiva que ponga valor a 20 millones de toneladas de madera disponible. Para ello, se requiere: una inversión en industria de celulosa o papel Kraft que utiliza fibra larga (pino) en Corrientes, por medio de la cual se podría producir 1 millón de toneladas de papeles marrones para embalaje, cartón o celulosa. Por otra parte, se necesita aserraderos para la producción de 1,8 millones de toneladas de madera sólida; fábricas de Tableros (con producción de 600.000 m3 de tableros al año); plantas de energía, con capacidad para producir 94 MW por año o su equivalente en pellets solo en Corrientes (la incorporación de otras cuencas como Neuquén o Córdoba aumentarían esta cifra); avanzar en el desarrollo de calderas y estufa para pellets; promover inversiones en cientos de PYMES para la producción de pisos, muebles y partes de muebles, construcción en madera, etcétera.

Para esto, la inversión necesaria en el período 2015-2020 sería de 2.500 millones de dólares sólo en el sector de la primera transformación de la madera.

3) Creación de empleo: de acuerdo a lo propuesto, entre el sector forestal (24.000) y la industria (40.000) se crearían 64.000 empleos directos adicionales a los actuales. Si se considera una tasa de multiplicación de 2,3 empleos indirectos por cada empelo directo, implica la creación de 147.000 empleos indirectos. Empleo total: 211.000 personas empleadas

 

4) Balanza Comercial: un objetivo clave para el próximo quinquenio es revertir el déficit de 900 millones de dólares anuales y la estimación del déficit de 2,6 mil millones de dólares estimado por el PEI2020 si no se realizan las inversiones señaladas. Pero si se lograr poner en valor 20 millones de toneladas de madera en forma anual, se pueden reducir las importaciones en un 50% y aumentar las exportaciones en un 100%

 

Inversiones, la clave

 

“La proyección del Plan Estratégico Industrial (PEI) 2020 estima que si no se realizan las inversiones necesarias, el déficit del sector de base forestal será de unos 2.600 millones de dólares en 2020”, explican desde la Afoa.

Por otro lado, sostienen que si se realizan las inversiones necesarias para poner el potencial disponible, también de acuerdo al PEI, se pueden generar 64.000 puestos laborales para alcanzar una producción de 26.700 millones de dólares en 2020.

Serà fundamental además trabajar en una nueva Agenda Legislativa 2015-2020, que atienda el debate sobre la modificación de la Ley de Tierras (Ley 26.737) de manera que facilite las inversiones extranjeras vinculadas a al agregado de valor de la madera; analizar la continuidad de la ley de promoción a la inversión en Bosques cultivados (Leyes 25080/26432); sobre la exención del impuesto a las ganancias de los Aportes no Reintegrables de la Ley 25080/26432 (Inversiones en bosques cultivados) y 26331 (Protección Ambiental de Bosques nativos); promulgar una nueva Ley de promoción de inversiones en industrias forestales; promover una Ley de Presupuestos Mínimos para el desarrollo sostenible de la industria de la celulosa y el papel; y avanzar en la modificación de la Ley de Cabotaje a una compatible con los países del Mercosur.

Durante este quinquenio se deben dar las condiciones para incrementar el patrimonio forestal del país a 2 millones de hectáreas para el 2030. Para ello, se requiere aumentar la tasa de forestación a 150.000 hectáreas anuales en el período 2020-2030”, advierten desde la entidad gremial forestal.

 

 Por Patricia Escobar 

 

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