Algunos que no pueden explicar su presencia

El piquete tabacalero que manifiesta sobre la ruta Nacional 14 en San Vicente, más allá de estar compuesto mayoritariamente por productores y colonos de la zona, muestra también la presencia diaria de personas que poco tienen que ver con el sector, pero que apoyan la medida ilegal.

Uno de ellos es Ricardo Rivero, un empleado de la delegación local de Emsa, ex responsable de ese distrito de la empresa eléctrica. Entre los vecinos, nadie logra explicar su presencia y tampoco se muestra muy cómodo cuando llegan al lugar periodistas con sus cámaras. También aparecen diariamente en el corte dirigentes radicales vernáculos, docentes del MPL, el opositor Movimiento Pedagógico de Liberación que incluso apoyó institucionalmente con un comunicado la medida de fuerza.

Con el paso de los días, la paciencia de quienes deben transitar por el lugar se va acotando y ya ocurrieron algunos hechos violentos.

Los dos caminos alternativos para desviar el piquete están ahora bloqueados. Uno pasaba por un club hípico y ha sido también cortado con troncos por quienes impulsan la medida. Otro camino, que bordeaba uno de los moteles de la localidad, ahora está bajo el dominio de un grupo que autoriza el paso de quien dese transitarlo. Pero deben pagar un peaje de 50 pesos, para garantizar que el viaje sea “sin inconvenientes sorpresivos”.

Varios vecinos sanvicentinos fueron testigos de distintos hechos. El viernes un camionero enfurecido pretendió atropellar a los piqueteros. Pudo calmarlo un conocido comerciante de la Capital de la Madera y también dirigente de deportes tuerca, que desde el estribo del camión logró tranquilizarlo y hacer que desista del intento.

Otro vehículo, en uno de los días que lleva la protesta terminó con el parabrisas roto.

El jueves, uno de los supervisores escolares que vive en San Vicente, volvía a la localidad sufriendo un broncoespasmo y le pidió a los piqueteros que le habilitan el peso. Estos no solo se negaron, sino que se burlaban del docente. Ante el ataque respiratorio que sufría, debió rescatarlo del lugar una de las ambulancias de los Bomberos Voluntarios de ese municipio.

El corte también se hace sentir en el transporte de madera y en la provisión de los supermercados. Aseguran que faltan lácteos y otros productos, y que los proveedores deben modificar sus horarios para pasar por el lugar de noche, cuando está liberado. Eso les obliga a esperar hasta el comienzo del día, para poder vaciar sus camiones en los comercios. También afecta la provisión de combustible a las cuatro estaciones de servicio que tiene la localidad.

 

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