Claudio D`Ovidio jefe de la división de nuevos materiales y dispositivos del Centro Atómico de Bariloche dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y profesor del Instituto Balseiro.
Claudio D`Ovidio jefe de la división de nuevos materiales y dispositivos del Centro Atómico de Bariloche dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y profesor del Instituto Balseiro destacó los avances del Plan Nacional Nuclear puesto en marcha desde el 2003. El investigador participa del Congreso Internacional de Materiales que se realiza hasta mañana en Puerto Iguazù.
Claudio D`Ovidio.
“Toda la gente que ha padecido cáncer sabe de los tratamientos con bombas de cobalto. El cobalto es un elemento que se hace radioactivo en el Centro Atómico Ezeiza. Ello permite crear un montón de medicamentos que tienen trazadores reactivos y que utilizan para diagnosticar un montón de enfermedades. Todos esos se producen en el Centro Atómico Ezeiza y totalmente en la Argentina. A fines de los 90 teníamos que importar estos medicamentos que son muy costosos y ahora no sólo nos autoabastecemos sino que estamos exportando a Brasil, Bolivia, Uruugay y Chile, general además un aumento notable de los ingresos de divisas”, explicó.
El científico contó que trabajan particularmente en problemas concernientes de la industria nuclear y la Comisión Nacional de Energía Atómica que es el organismo del cual dependen. “Por suerte hay muchos problemas para resolver. Somos un grupo interdisciplinario de unas 15 personas entre ingenieros, físicos y químicos y técnicos que trabajamos en el marco del Plan Nuclear que ha resurgido”.
En el Centro Atómico de Bariloche está el Instituto Balseiro que es un centro de formación de profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica que tiene cuatro carreras – la tradicional de física, ingeniería nuclear, ingeniería mecánica y ahora se está implementando una nueva ingeniería en telecomunicaciones – en donde D`Ovidio es también docente.
Respecto a cómo puede influir el trabajo que realiza en la sociedad, indicó que “al ser trabajadores del Estado y pertenecer a un organismo nacional a parte de cumplir con lo encomendado por la comisión de energía atómica y el rol docente en la formación del recurso humano, afortunadamente en su mayoría todos los egresados de instituto Balseiro se están quedando a trabajar en el país. Nosotros tuvimos una crisis muy grande en la época de los 90 donde prácticamente se cierra la comisión de energía atómica en el marco de un modelo de país agroexportador en el cual Argentina tenía que producir insumos e importar todo lo que sea tecnología y hubo un ataque muy grande”.
Recordó cuando el ex ministro de Economía argentino Juan Domingo Cavallo les bajó un 12 por ciento el salario y los “mandó a lavar los platos porque no era necesario tener ciencia y tecnología en un país agro exportador”.
En el año 2003 se relanzó el PLAN nuclear con un proyecto específico a diez años con objetivos claros y con la idea de la que la energía nuclear sea una política de Estado independiente del gobierno de turno. “Nosotros estamos trabajando en el cumplimiento de ese plan que hicimos hace unos años. Tenemos el apoyo del Estado nacional, los sueldos se han incrementado sobre todo la capacidad operativa. Hacer física o ingeniería o desarrollo científico requiere de equipamientos muy costosos y ese era un problema que teníamos las partidas presupuestarias solamente alcanzaban para pagar los sueldos. Nosotros para investigar o desarrollar algún material necesitamos insumos y muchas veces algunos importados. Tratamos de reemplazar esos insumos importados por insumos nacionales pero el equipamiento de alta tecnología a veces lo tenés que comprar si o si. Es como el cocinero que sin olla no cocina”, añadió.
Argentina juega en primera
Sobre la inversión del Estado y el gran apoyo que se ha dado en los últimos años a la investigación científica D`Ovidio sostuvo que esa decisión política está permitiendo comenzar a cumplir con el objetivo es desde suplantar insumos importados hasta desarrollar nuevas tecnologías. “En el campo nuclear Argentina juega en primera. Mis colegas van a reuniones donde están los Estados Unidos, Corea, Francia, Japón y Argentina está presente y eso no es más que el fruto de setenta y pico de años de trabajo”.
Sobre los científicos repatriados no fue extenso pero si aclaró que no son la mayoría y que gran parte de resistieron quedándose en el país en la última “década infame” están hoy como él, disfrutando un Estado que reconoce que la ciencia y la tecnología es importante.
“Me siento orgulloso de ser científico y parte de este proceso. Cuando yo empecé a estudiar lo hice para esto y no para ver lo que pasó en la década de los 90 donde no éramos nada y nos querían echar. El desarrollo de la energía nuclear en el país es necesaria porque el país tiene un déficit muy grande de energía y la forma más barata y hasta más ecológica de producir energía hoy en día está en un reactor nuclear . Atucha es una central y es la primera que tuvo la argentina y desde los años 70. Lleva más de 40 años produciendo y no ha producido un gramo de CO2 que es el gran culpable del calentamiento global y de generar energía quemando combustibles fósiles”, explicó.
Puntualmente al señalar la importancia del desarrollo nuclear en el país explicó que en esa producción de Atucha también se desarrolla el uso de los radioisótopos. “Toda la gente que ha padecido cáncer sabe de los tratamientos con bombas de cobalto, el cobalto es un elemento que se hace radioactivo en el Centro Atómico Ezeiza, además de un montón de medicamentos que tienen trazadores reactivos y que son utilizados para diagnosticar un montón de enfermedades. Todos esos se producen en el Centro Atómico Ezeiza y totalmente en la argentina. A fines de los 90 teníamos que importar estos medicamentos que son costosos y ahora no sólo nos autoabastecemos sino que estamos exportando a Brasil, Bolivia, Uruugay, Chile. No sólo logramos un aumento notable de los ingresos sino vamos por la mejora de la calidad de vida de la gente a través de la ciencia y la tecnología”.
