Tras convenio con Iprodha madereras controlarán la calidad de sus productos

“Lo que logramos con el convenio es que las asociaciones sean sus propias controladoras de calidad de la madera”, indicó el presidente del Iprodha sobre el convenio firmado entre el instituto y las asociaciones madereras Apicofom y Amayadap para lograr un estándar de calidad en la madera de pino a fin de que pueda volver a ser utilizada masivamente en la construcción de viviendas. “Queremos que se ocupe un nicho de mercado que hace tiempo no se estaba utilizando de manera masiva, tenemos que tender a ocupar ese nicho que es propio de la economía misionera”, expresó al respecto.

El titular del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional relató que hace diez años el instituto ya había firmado un convenio con Apicofom y Amayadap a través del cual se construyeron miles de viviendas de madera y 70 mil planes Techo, pero luego, con la disminución masiva de la madera de monte poco a poco la estructura de madera tradicional para el techo de las viviendas se dejó de utilizar y se fue sustituyendo por estructuras metálicas, al igual que los cielos rasos de machimbre.

 

Sin embargo, para la firma del convenio se logró definir una estructura a base de bosque implantado de pino con el mismo o mejor comportamiento que una estructura de madera nativa –que, pese a que es más dura, es menos homogénea porque las especies son muy variadas-, siempre y cuando tenga la calidad necesaria a través del tratamiento adecuado. “Para estructura de techos y para revestimiento, en el caso del clásico machimbre con el que habíamos tenido algunos problemas por la secanza previa a la elaboración, lo que hemos logrado es un compromiso con estas asociaciones que reúnen a la mayor parte de los aserraderos y carpinterías de la provincia para que se definan las características técnicas de los elementos y las condiciones de tratamiento de la madera”, dijo en ese sentido y agregó “así, la gran diferencia que se tenía con la estructura metálica en cuanto a que todos los metales son de calidad similar y homogénea, ya no es tal si la madera tiene un tratamiento, una protección y una manufacturación homogénea”.

 

 

 

Control propio y ampliación del mercado

 

Por otra parte, Ros señaló que otro de los beneficios que logró el convenio es que las asociaciones se constituyan en controladoras de la eficiencia y calidad de los materiales de cada uno de sus asociados por sí mismas, por lo tanto, serán las encargadas de otorgar los sellos de garantía a los proveedores y sancionar a las firmas que no cumplan con los requisitos. “Nosotros creemos que todos los sectores están en condiciones de resolver el problema pero debíamos encontrar el mecanismo para que proveedores y constructores garanticen que iba a funcionar correctamente. Esto fue lo que se acordó con las cinco cámaras de la construcción y todos los asociados de Apicofom y Amayadap, fue muy complejo pero se logró algo más que interesante” dijo al respecto y añadió “se ha logrado que los estándares de calidad que sean homogéneos, entonces me voy a cualquier carpintero de Misiones y la madera que compro tiene que tener la misma calidad que en otros lugares. No puede haber distintas calidades de madera porque boicoteamos nuestro propio mercado”.

 

Además consideró que gracias al convenio se volverá a ocupar un nicho de mercado que no se estaba utilizando y la industria maderil dará un salto cualitativo en producción masiva que le permitirá posicionarse en otros mercados.

 

“Queremos que se ocupe un nicho de mercado que hace tiempo no se estaba utilizando de manera masiva, tenemos que tender a ocupar ese nicho que es propio de la economía misionera”, expresó finalmente.

 

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