Juan Martín Del Potro aseguró que se siente nuevamente en la carrera por ser el mejor del planeta y aclaró que «es un camino difícil». Destacó su actuación en Wimbledon, donde llegó a las semifinales.
El tenista argentino Juan Martín Del Potro, quien este año renunció a la Copa Davis, insistió esta noche que su «objetivo son las grandes batallas en los torneos importantes», después de perder ayer en semifinales de Wimbledon ante el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
El tandilense, que será número siete del ranking desde lunes próximo, se propuso «seguir por el mismo camino» que tomó en el Grand Slam londinense porque, a su juicio, «la historia se hace de esa manera».
Esquivo en el tema de la Davis, el mejor tenista argentino agradeció las felicitaciones recibidas por el capitán del equipo, Martín Jaite, y no refirió a un cambio de postura de cara a la serie de semifinal ante República Checa, en Praga, en septiembre próximo.
«Lo que me motiva es enfrentar a los mejores en los torneos grandes. Ahora viene la gira de Estados Unidos que es una superficie que me gusta mucho (cemento)», anunció el campeón del US Open 2009, durante una conferencia de prensa el Aeropuerto de Ezeiza, recién arribado de Inglaterra.
Del Potro imaginó que luego de su exitosa participación en Wimbledon probablemente sea «tomado de otra manera» por los rivales en el próximo Grand Slam, que se disputará en Nueva York justamente antes de la fecha de Copa Davis.
«Quiero estar saludable -agregó- en esta segunda parte del año para jugar todos los torneos grandes posibles e intentar clasificar al Masters», que cierra la temporada y reúne a los ochos mejores tenistas del mundo.
Por ese motivo, Del Potro expresó su deseo de «descansar» y someterse a estudios para confirmar que no sea «nada grave» la lesión sufrida en la rodilla izquierda durante el abierto de Londres.
«Pienso que será así porque, de lo contrario, no podría haber jugado como lo hice ante Djokovic. Creo que fue uno de los mejores partidos de mi carrera, sino el mejor», enfatizó.
El argentino se despidió del torneo disputado sobre césped en cinco sets, al cabo de 4 horas y 43 minutos en el court central del All England Club.
«Me va a quedar marcado para toda la vida. Por cómo llegué al torneo, después de tantos problemas por lesiones, pensar que podía llegar tan lejos era una locura pero con el transcurso de la competencia me fui sintiendo cada vez mejor. Esto me ayuda mucho para motivarme», aseguró.
En repaso del partido con el serbio, Del Potro admitió que la molestia en la rodilla «no influyó en nada» para el resultado, que se determinó por «una pequeña diferencia sobre el final».
«Me quedó un sabor medio feo y amargo por no poder disputar la final de mañana. No me va a gustar para nada verla por televisión pero también pienso, a medida que pasan las horas, en la dimensión importante de lo que logré. Pude jugar de igual a igual con el mejor del mundo», valoró.
«Hacía mucho que no jugaba tan bien durante tanto tiempo seguido y lo pude disfrutar más allá del resultado. Alguno de los dos tenía que perder y esta vez me tocó a mí», asumió el argentino, que el año pasado, en el mismo lugar, le ganó a Djokovic por la medalla de bronde de los Juegos Olímpicos.
Del Potro, de 24 años, ganador de 14 títulos en su carrera (uno en 2013), marcó con el acceso a semifinales su mejor actuación sobre seis participaciones en Wimbledon.
