Ante la resistencia de padres y ex cadetes, el Ministerio de Defensa decidió aplazar al menos por un año la reforma, para «poner en evidencia la razonabilidad de los argumentos expuestos».
Las profundas reformas a los liceos militares de todo el país, que iban a erradicar las prácticas e instrucción con armas de guerra e incorporar docentes civiles, entre otras modificaciones, no se implementarán, al menos este año.
La resistencia y las críticas de sectores vinculados con los liceos, padres y ex cadetes, entre ellos el ex vicepresidente Julio Cobos, llevaron a la suspensión de la medida con la idea de «poner en evidencia la razonabilidad de los argumentos expuestos y encauzar el debate y promover la participación de los interesados y de especialistas».
El Ministerio de Defensa suspendió mediante la Resolución 178 las reformas que alcanzaban a los nueve liceos del país, que además sustituían las actividades extracurriculares actuales por talleres de investigación científica y tecnológica, deportes, materias de geopolítica, etc.
También eliminaba el examen como requisito de ingreso y la obligatoriedad del internado, cuestión que dejaba dentro sólo a quienes viven a más de 100 kilómetros del establecimiento. Además, instruía a cada institución a elaborar en seis meses un régimen de convivencia, con la supervisión del Ministerio.
Las reformas habían sido tomadas por los ex cadetes y los padres de los actuales alumnos como un «atropello». Hace unas semanas, realizaron un «abrazo» en todos los liceos del país, y el pasado 19 de marzo, día en que se conoció la suspensión, habían convocado a manifestarse frente al Ministerio de Defensa.
«Acá estamos hablando de un colegio que tiene gente preparada para dar instrucción militar y jamás hubo un accidente y, si lo hubo, son más los beneficios que puede tener una persona en aprender a manipular un arma. No hay un solo liceo militar de Latinoamérica que haya implementado el no uso de las armas», se quejó Jorge Lauze, egresado en 1970 del Liceo Militar General Belgrano, de Santa Fe, y presidente del Centro de Ex Cadetes de esa institución.
Los detractores de los cambios defendieron la supuesta «libertad» para escoger la educación y advirtieron sobre el «cierre» de esas instituciones públicas, algo que Defensa desmintió. En una carta pública a la presidenta, una madre explicó que los liceos forman «personas honestas, trabajadoras, dedicadas a sus profesiones y con un profundo amor por sus amigos, sus familias y la Patria. Además de buenos ciudadanos, forman oficiales de reserva de las Fuerzas Armadas.»
Consultado, el subsecretario de Formación del Ministerio de Defensa de la Nación, Carlos Pérez Rasetti, aclaró que las «fuerzas de reserva ya no tienen sentido en la forma en que se encaran las Fuerzas Armadas modernas en nuestro país y el mundo». Además, explicó que lo que se busca evitar es «que los menores de edad tengan actividad militar».
Fuente: Tiempo Argentino
