La psicopedagoga Carolina Acuña indicó en Radio Libertad que está bien que se prohíba los castigos físicos y psíquicos. “Hablamos por ahí de un pequeño chirlo, pero no sabemos a que abarca, no sabemos cual es la medida, a veces un pequeño chirlo ya deja un hematoma o alguna consecuencia peor para los chicos”, afirmó la profesional.
Indicó que los chicos aprenden nuestras actitudes de no hablar y pasar directamente al castigo físico. Por eso al no estar acostumbrados a usar las palabras, en situaciones con otros chicos no saben como actuar y pasan directamente a las acciones de violencia.
Acuña indicó que si enseñamos a los chicos solamente actos de violencia y no les enseñamos la importancia del diálogo, los chicos no pueden comunicarse para resolver las situaciones y generan actos violentos con sus pares.
La profesional indicó que la única forma de cambiar las actitudes de las personas es hablando. Valoró la importancia de cambiar la visión cultural y enseñar otra manera de actuar frente a los conflictos. Indicó que hay que enseñar que la violencia no es la mejor manera de solucionar los problemas.
Indicó que los chicos a partir de los ocho meses ya comprenden las palabras y pueden entender una indicación de lo que se puede hacer y que no. Explicó que hay tonos en los cuales se comunica las cosas, no es importante gritarles a los chicos, sino saber emplear las palabras.
Acuña que trabaja en un gabinete psicopedagógico de una escuela indicó que es difícil identificar a los chicos que han recibido golpes, salvo que haya marcas visibles en el cuerpo del niño. Indicó que cuando los actos de violencia son recurrentes, los chicos ya los consideran parte de su vida y lo naturalizan. Explicó que hay algunos chicos que cuentan cuando sufren situaciones violentas en sus casas.
Los actos violentos dejan siempre algún tipo de secuela en la personalidad del chico indicó Acuña. Por ello remarcó la importancia de enseñarles a ver otra forma de accionar.
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