El sueño de dar la vuelta al mundo

Omar Ratti es piloto civil desde 1979, su otra pasión además de la construcción.

 

«Cuando recién comenzaba a volar, venía de Salvador de Bahía, Brasil, tenía pocas horas de vuelo, yo era piloto privado, nuevito, mi destino era Sao Pablo, el cielo se cerraba y ya estaba dentro de la tormenta. Llamé al controlador, informé de mi situación y me fueron sacando de la tormenta por radar al aeropuerto de alternativa que era el de Campinhas, que estaba totalmente abierto, pero el de Sao Pablo estaba totalmente cerrado y se operaba por instrumento (yo no estaba habilitado a volar por instrumentos), este comentario es muy breve, las emociones vividas fueron muchas», contó a Misiones On Line en una entrevista publicada el 31 de diciembre de 2009. El peligro de esa noche nunca frenó sus ganas de volver a despegar. Y hoy, ya con miles de horas de vuelo, mezcla el placer con los negocios piloteando su propio avión para moverse dentro y fuera del país.

 

«De Estados Unidos hacia abajo, conozco mucho. No aterricé en Guatemala, El Salvador. Pero sí lo hice en Costa Rica, Panamá, Colombia, etc.», indicó.

«Se conoce mucha gente, y lo bueno es que si es un aeropuerto chico, hay más relacionamiento, llegás de un vuelo y lo primero que te preguntan es cómo te sentís, de dónde venís, te pasan una taza de café y si es un aeroclub, es mucho mejor, porque en una de esas ya la parrilla para el asado está funcionando y empezamos a hablar de aeronáutica siempre».

 

Desde el aire, la perspectiva es otra y Ratti lo confirma. «No solo trabajar y hacer dinero», asegura el empresario de la construcción que disfruta de las relaciones sociales y de ayudar cuando es posible. Por eso es reconocido por sus colegas y otras instituciones de la Provincia, de las que es colaborador frecuente.

 

Al mismo tiempo que alimentaba su pasión por volar, Ratti comenzó a construir su otro sueño: el de ser un gran empresario. Técnico mecánico, en 1976 formó una pequeña empresa eléctrica que con el tiempo se ramifico, pasando a ser la construcción el rubro principal, aunque hizo de todo.

 

Durante sus 36 años en la industria de la construcción, hizo una diversidad de obras públicas y privadas. Además llevó a cabo obras de infraestructura como redes cloacales, agua potable y también edificación de escuelas públicas y equipamientos. Pero la frutilla del postre es el Centro del Conocimiento, obra emblema de Posadas. Tanto se inmiscuye en los detalles de las obras, que para el caso de la cúpula del Observatorio del Centro del Conocimiento, él mismo contactó a quienes construyeron la cúpula de El Leoncito en San Juan. «.

 

Desarrolló negocios inmobiliarios consistentes en loteos con mejoras, barrios cerrados-countries y construcciones de edificios en propiedad horizontal para destino de viviendas y oficinas. Entre ellos podemos nombrar a los edificios: Don Martín, Don Pablo, Alminar, Urbanización de la Chacra 194 y el country Náutico Puerto Laurel, el primero en su tipo en Misiones, ideado en 1994. «Cuando se lo diseñó y proyectó, se lo hizo previendo la cota máxima de Yacyretá, todas las obras que se hicieron fueron en función de la cota final, hemos tomado también una sobrecota de seguridad, y es lo que está construido, un puerto con muelle flotante. En ese tiempo, cuando salió el proyecto, era todo muy lindo, pero nos adelantamos en el tiempo y recién hoy se ven las obras previstas. Quienes vivimos en Puerto Laurel disfrutamos de un lugar exclusivo a la vera del río», precisó.

 

Con la premisa de que no todo es ganar dinero, Ratti planifica un retiro de alto vuelo: quiere conocer la Antártida y las islas Malvinas al mando de su avión. Pero la meta «es llegar a dar la vuelta al mundo».

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