Hablaron los familiares de la víctimas y en medio del dolor, ayer debieron ir a reconocerlos en la Morgue Judicial. Solo dos de los siete muertos fueron identificados.
Las muestras de dolor se repitieron en Montecarlo, Eldorado y Posadas, donde familiares y amigos de las víctimas del accidente de Caraguatay no encontraban consuelo. Marta, la hermana de José Eichelberger, el conductor del ómnibus, aseguró que su hermano hizo todo lo posible para evitar el accidente, ya que era un chofer con experiencia. Muy conmocionada por la pérdida familiar, agregó que su hermano era chofer internacional de Río Uruguay desde hace tres años, pero que hacía la ruta a Brasil y éste era el primer viaje que decidió hacer en la provincia “y fue el último adiós”, expresó entre sollozos ayer por la tarde en radio Libertad.
También la mujer aseguró que tenía “mucha experiencia”, aunque “lo último que él le comentó es que ya estaba cansadísimo, no daba más, no dormía, venía y estaba unas horas en la casa porque vivía con otra hermana en Posadas. Muy poco dormía, lo que generalmente pasa en todas las empresas de colectivos, y tampoco quiero dejar afuera a los choferes del camión que murieron”, dijo. Marta, que es empleada del Estado en Eldorado, ayer expresó en diálogo con Misiones On Line que “todavía me cuesta creer lo que pasó, hoy es un día muy triste para mí, se me fue mi negro, mi querido hermanito José, siento mucho dolor”. La mujer insistió que “él tenía mucha experiencia para manejar, lo hacía desde hace años, trabajó para otra empresa de colectivos, como camionero, como remisero, siempre manejaba, era chofer profesional y nunca tuvo ningún problema ni accidentes, así es que no creo en esta hipótesis que dice que habría otro vehículo entre el colectivo y el camión y que eso produjo el accidente y la verdad estamos esperando los resultados de las pericias, porque sabemos que mi hermano no era un inconsciente.
Estoy segura que hizo todo lo posible para evitar el accidente, pensando en los pasajeros”. Eichelberger dijo además “él era una excelente persona, divertido y amable, y no me queda ninguna duda que habrá tratado de evitar este accidente, pensando no solo en su vida sino en los pasajeros que viajaban también”.
La empleada municipal contó que son 4 hermanos, dos mujeres y dos hombres. “Mi otro hermano vive en Buenos Aires, él también trabajó como chofer un tiempo pero ahora ya no se dedica a eso. Él está viajando de Buenos Aires para acá (Eldorado) ahora por esto que pasó. Y mi hermana, que vive en Posadas, está haciendo todo lo posible para que podamos retirar cuanto antes el cuerpo de José”.Marta también contó que José tenía 29 años; el 11 de noviembre cumpliría 30 y no tenía familia, no estaba casado y no tenía hijos. “Estaba de novio con una chica de la empresa que es de Eldorado también, pero vive en Posadas”.
Su relato conmovedor continuó:“Él era mi única familia, desde chiquitos nos criamos solos. Yo me crié con mi mamá y él. Siempre fuimos muy unidos. Él estaba acá, siempre me decía que no nos iba a abandonar. Yo tenía miedo porque él andaba muy rápido”. “Yo también trabajo y ando por la ruta. A veces se iba delante de mí; yo le preguntaba por qué tan rápido; pero él me decía ‘tengo que llegar, si no me suspenden, me rajan, hay muchos que quieren laburar’. A veces me decía que quería dejar el trabajo, que no podía más. Yo le decía que no hay trabajo, que está horrible el tema, relató, entre lágrimas.
Sueño frustrado
Marta indicó que “él estaba ahorrando, porque se quería comprar una casa porque nosotros vivimos de alquiler. Quería comprar la casa y después poner un taller, porque era mecánico”.“Yo miraba mi auto cuando íbamos en la ruta y es mentira que ellos no puede superar los 90 kilómetros, porque yo voy a 120 o 130 y él me pasaba con el micro. Era uno de los colectivos más nuevos. Yo siempre viajo, pero a 90 o 100 y él siempre me pasaba”, agregó.
Por su parte Damasio Morínigo, padre de Paulino, el chofer del camión que falleció en la noche del martes al chocar con el micro de Río Uruguay en la ruta nacional Nº12 en Caraguatay, cree que la empresa de colectivos tiene la culpa, porque una vez viajó desde Corrientes con Río Uruguay en septiembre pasado, y tuvo un accidente cerca del Arco. “Tuve un golpe en la cabeza que me afectó la vista, hasta hoy no me atendieron, necesito un buen abogado para pelearlo, ponen choferes irresponsables, jóvenes y que van con los celulares y corren demasiado.
Es impresionante en las curvas cerradas cómo corren, van como a 130 o 140 y no pueden correr así”, dijo el hombre en medio del dolor al reconocer el cuerpo de su hijo.Morínigo dijo que era su único hijo, tenía 28 años, y dejó una señora con una niña de 4 años, no estaban casados. “Yo lo veía a él muy cansado y él decía estoy cansado, quiero dormir, yo le decía por qué no ves otro trabajo, cerca de mi casa en Puerto Valle necesitan muchacho joven, pero seguro el destino de él estaba ahí, el patrón a veces le trataba mal, pero él ya le conocía, nosotros le insistíamos que deje ese trabajo, que era muy peligrosa la ruta”.
El hombre se encontraba en la morgue judicial en Posadas, donde estaba seguro de poder reconocer el cuerpo de su hijo “porque la sangre tira con sangre, creo que le voy a reconocer por más que esté quemado”, dijo el hombre con resignación en radio Libertad. Finalmente, en la morgue, solo se reconoció al chofer del camión, Antonio Viera y al guarda del colectivo.
Tragedia de Caraguatay: todavía quedan cuerpos sin reconocer
