El convencional constituyente de Oberá por el Frente para la Victoria, Rafael Pereyra Pigerl, aseguró que la futura Carta Orgánica de la localidad “tendrá un contenido altamente progresista e incorporará instancias modernas de participación ciudadana y de control de la gestión”, según surge del proyecto de ordenamiento que es analizado por los representantes de la comunidad encargados de la redacción.
El proyecto de ordenamiento de la Carta Orgánica plantea un programa de trabajo para definir los temas que serán tratados e incorporados a la nueva normativa, e incluye, por ejemplo, la posibilidad de que la comuna tenga su propio Tribunal de cuentas para el contralor de la gestión; la realización de audiencias públicas para la fijación del costo de los servicios públicos, la creación de la Defensoría del pueblo de Oberá, el acceso a la información pública, el presupuesto participativo, entre otros temas de igual trascendencia.
“Si bien es un plan de trabajo, nos augura mucho debate y mucho compromiso por delante, y nos alegra que los convencionales de la Renovación hayan receptado nuestras propuestas de campaña al incorporar el tratamiento de cada una de las herramientas modernas que impulsamos”, señaló Pereyra Pigerl en referencia al programa propuesto por el convencional Javier Pelinski, por lo que consideró que “por este camino creo que vamos a llegar a la mejor Carta Orgánica, siempre que el debate sea honesto, comprometido con la comunidad y alejado de las mezquindades de la política partidaria”.
Los convencionales seguirán trabajando cada uno de los temas para avanzar en la redacción del articulado final de la futura Carta Orgánica Obereña, según un plan de labor que contempla tres partes principales (Declaración de Derechos, Obligaciones y Funciones municipales; órganos de gobierno y contralor, régimen financiero y régimen electoral, tribunal electoral municipal, jura y reforma de la Carta orgánica). Cada parte tendrá a su vez varios títulos, a su vez divididos en capítulos para cada temática, por lo que se prevé que el trabajo que les queda por delante a los convencionales “será arduo pero responsable”, según el abogado que representa al FPV.
