La tremenda capacidad de rebote que las nuevas tecnologías han acercado a los servicios de noticias de todo el mundo, permitió que ayer una versión sin fuentes lanzada por un portal digital porteño dedicado a la política, ganara rápidamente y en minutos la consideración de una amplia gama de comentaristas posadeños «horrorizados» por el supuesto agravio que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, profirió contra el gobernador Maurice Closs y contra el diputado nacional renovador, Alex Ziegler.
Como la noticia no cita fuentes de ningún tipo, y nadie admitió que tal situación en verdad ocurriera, a efectos de continuar este análisis, queda en stand by hasta tanto alguien diga que fue cierto, o Moreno públicamente se disculpe o reafirme los supuestos exhabruptos.
Sin embargo, es importante recordar las formas y las ideas de Moreno, para contextualizar el nudo del problema.
El secretario de Comercio Sí insultó y agravió al Gobernador de Misiones, y a los yerbateros ya el año pasado. De aquella grosería despreciable sobran testigos. Si fuera cierto lo de ayer, simplemente Moreno, como ha hecho mil veces con otros sectores, dirigentes y funcionarios, volvió a agraviar y a insultar. No hay nada nuevo allí.
En el fondo, esa discusión -si insultó o no- , es pura espuma que no deja ver la profundidad de las aguas. Y en eso, es importante siempre la precisión y el rigor informativo.
Maurice Closs y Guillermo Moreno no se se llevan bien. No se hablan, no coinciden, y apenas si la obligación de la gestión los hace soportarse, a veces.
Básicamente, porque Closs y su Gobierno ratifican su apoyo al precio de 1,70 por kilo de hoja verde para la yerba mate, y exige e insiste por una solucion en ese sentido. Y Moreno, hasta ahora, sólo mostró desprecio por ese camino de solución.
Todas las negociaciones de precios, cualquiera sea el rubro, son siempre tensas.
Pero en este caso son muy tensas porque además de la mala relación entre ellos, Closs contradice a Moreno cuando afirma que no entiende porqué los tareferos y agricultores misioneros pasan necesidades para que en las grandes ciudades se tome mate barato.
En esta ocasion la problemática continúa siendo la misma, y desde el gobierno misionero entienden y comprenden la bronca del sector, aun cuando al igual que toda la sociedad, rechazan la metodologia del corte de rutas.
Moreno, a su vez , desafia a todos los sectores y manuales de la economía pero ahora, en el caso de la yerba mate,no tiene en cuenta que su obcecación esta afectando la vida de los productores y trabajadores más débiles y desesperados de la cadena yerbatera.
El «compañero» está afectando a los más pobres. No hay peor contrasentido para el modelo que Moreno defiende.
Closs dejó en claro muchas veces, y lo reiteró públicamente ayer, que sabe las necesidades del sector yerbatero y esta dispuesto a acompañar el reclamo, aún cuando mantener la línea de conducta le signifique soportar una nueva batería de agresiones de parte del poderoso funcionario del Gobierno Nacional.
En ese contexto, es importante considerar aparte el corte de rutas.
En el gobierno provincial creen, al igual que toda la sociedad, que los piquetes de ayer perjudican sólo a los misioneros, y más a quienes consideran a esta causa vital para la provincia.
Los piqueteros no entienden que para Moreno, esta es una pelea más de las miles que ya tiene, y que poco le importa al Secretario de Comercio la protesta o las incomodidades que generan las rutas cortadas de una provincia a más de mil kilómetros de Buenos Aires.
Por lo visto, por los hechos y las decisiones tomadas, queda claro que hasta ahora poco le ha importado a Moreno el impacto negativo de sus políticas en los más débiles actores de la cadena yerbatera. Impacto que están sufriendo ahora también los sectores medios y los más fuertes de la producción madre de nuestra provincia.
Esa es la cuestión de fondo que habrá que seguir. Y sobre cómo superar ese paredón estéril es donde están trabajando los sectores verdaderamente comprometidos con la solución a la problemática yerbatera, con el gobernador Closs a la cabeza.
No sobre la incierta reiteración de insultos ya proferidos el año pasado, que por repetidos y exagerados, ya no asustan ni sorprenden a nadie, más allá del hastío que la suma de impedimentos genera en los misioneros.
El Ministro de Agricultura de Nación trasladará los planteos de yerbateros a la presidenta Cristina
