El género que sufrió y aún es víctima de marginaciones en diversas instituciones de la sociedad, demuestra todos los días su fortaleza y su compromiso por la igualdad y la justicia. El reconocimiento a 187 millones de mujeres emprendedoras. «Felizmente, en varias cooperativas se ha producido el ingreso de mujeres a los Consejos de Administración, dotándolos de una impronta muy especial, marcada por una fuerte sensibilidad social y preocupación por la comunidad», expresó el presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), Ariel Guarco.
«Felizmente, en varias cooperativas se ha producido el ingreso de mujeres a los Consejos de Administración, dotándolos de una impronta muy especial, marcada por una fuerte sensibilidad social y preocupación por la comunidad», expresó el presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR), Ariel Guarco.
El movimiento cooperativo a nivel mundial recordó además hoy que hay unas 187 millones de mujeres emprendedoras en las diferentes latitudes del planeta. «Son motores de impulso económico y agentes de un cambio social que las hace protagonistas de un cambio histórico en el que no hay vuelta atrás», señalaron desde el Comité de Género de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI).
El organismo precisó que las mujeres «han superado barreras económicas y otras más fuertes como los estereotipos sexistas, las creencias que han subvalorado sus capacidades y en general, barreras culturales relacionadas con su lugar en la sociedad, para asumir el desafío de construir empresa, no sólo por supervivencia, sino porque son capaces de detectar oportunidades para poner en marcha sus ideas».
El Comité de Género de COOPERAR, que apunta a lograr la igualdad de género dentro del movimiento cooperativo y que no haya en él distinción de sexos sino que cada uno sea reconocido por la tarea que desarrolla, está trabajando en la formación y promoción de líderes mujeres con la capacidad para asumir responsabilidades de dirección dentro del sector.
El organismo precisó que las mujeres “han superado barreras económicas y otras más fuertes como los estereotipos sexistas, las creencias que han subvalorado sus capacidades y en general, barreras culturales relacionadas con su lugar en la sociedad, para asumir el desafío de construir empresa, no sólo por supervivencia, sino porque son capaces de detectar oportunidades para poner en marcha sus ideas.”
El Comité de Género de COOPERAR, que apunta a lograr la igualdad de género dentro del movimiento cooperativo y que no haya en él distinción de sexos sino que cada uno sea reconocido por la tarea que desarrolla, está trabajando en la formación y promoción de líderes mujeres con la capacidad para asumir responsabilidades de dirección dentro del sector.
Una investigación realizada en 2006 por esta institución sobre 750 mujeres, había revelado que la participación femenina en las entidades de la economía social de nuestro país era minoritaria, tanto en calidad de asociadas como de dirigentes.
ACI advirtió que, no obstante ciertos avances en la participación de las mujeres en lugares de decisión, “al comparar con la cantidad de hombres emprendedores o en altos puestos directivos empresariales, los datos reflejan aún amplias brechas para las mujeres. Por ejemplo, de los 465 emprendedores mundiales que participan en la iniciativa Endeavor Globalii, el poder femenino no se empina más allá de 60 historias.”
Al referenciar un estudio del observatorio del Global Entrepreneurship Monitor, se concluyó que en 2011 siguió habiendo menor actividad empresarial en el género femenino. “De los 59 países analizados por el GEM, solamente en Ghana el registro estuvo por encima de los hombres y en la República de Corea, donde hay cinco veces más mujeres empresarias.”
Prejuicio
De cualquier modo, el trabajo de las organizaciones y la propia voluntad de las mujeres viene cristalizando en experiencias como la conformación reciente de la Federación de Cooperativas de Trabajo de Santiago del Estero. “Siempre está presente el prejuicio de que hay trabajos que las mujeres no podemos hacer, pero nos organizamos y trabajamos a la par de nuestros compañeros. Todos de igual a igual”, resaltó su presidenta, Roxana Giménez, a la agencia de noticias Ansol.
Esta nueva federación, que nuclea a emprendimientos principalmente de la construcción y está respaldada por la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), tiene unas 400 las mujeres asociadas. “Si en la cooperativa tenemos que hacer trabajos de producción, las mujeres lo hacemos. Lo importante es salir adelante. En los trabajos de dependencia la cosa cambia, cuesta mucho más ocupar lugares”, indicó Giménez.
En ese sentido, COOPERAR a través de su Comité de Género instó a todas y todos a poner en práctica los valores y principios cooperativos en relación a la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres. Además, afirmó la necesidad de que los cuerpos directivos y administrativos estén compuestos equilibradamente, también para crear conciencia de la importancia de la equidad de género dentro del sector y la sociedad en general.
