Mons. Juan Rubén Martínez, presidio la misa en el seminario de Posadas
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El sábado 26 de febrero en el Seminario Diocesano Santo Cura de Ars, de Posadas, se realizó la apertura del año lectivo 2011 y se recibió a los nuevos seminaristas que se formarán en esa casa de estudios sacerdotales o realizarán su camino de discernimiento de la voluntad de Dios en sus vidas.
Ingresan al Preseminario Matías Ezequiel Gonzáles Cáceres (vicaría Santa Ana-Loreto), Esteban Gabriel Timez (parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, de Alem) y Francisco Javier Alegre (vicaría de la Salud Beata Teresa de Calcuta, del Hospital de Posadas).
Al ciclo Introductorio ingresaron Jorge Benchaski (parroquia San Pedro y San Pablo, de Apóstoles); Jorge Raúl Bustamante (parroquia Jesús Misericordioso, de Posadas); David Benítez (parroquia San Alberto Magno, de Posadas); Jonatan Galarza (parroquia Cristo Redentor, de Jardín América); Eduardo Gauna (parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, de Candelaria); Víctor Emanuel Olivera (catedral San Antonio de Padua, de Oberá); Juan Antonio Ruiz Díaz (parroquia San Roque González de Santa Cruz, Posadas) y Damián Omar Schwoerer (catedral San Antonio de Padua, de Oberá).
La jornada comenzó con la proyección de un video institucional y luego se presentó a cada uno de los seminaristas ingresantes. Seguidamente, tuvo lugar la misa presidida por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por el obispo de Oberá, monseñor Damián Santiago Bitar, los formadores del Seminario y varios sacerdotes.
En la homilía, monseñor Martínez invitó a reflexionar sobre el sacerdocio ministerial al destacar cómo las comunidades de las diócesis experimentan la necesidad de sacerdotes, e invitó a que se rece por las vocaciones, porque “la mies es mucha y los operarios son pocos”.
Recordó, además, que “el llamado lo hace el Señor, el llamado siempre es de Él, no es uno el que dice yo quiero entrar al seminario y ser cura. Es algo que uno empieza a experimentar en el corazón, es un llamado de Dios y hay una gratuidad total en ese llamado. No es por nuestros méritos, sino por el Amor de Él”.
“Con certeza, Dios llama a muchos jóvenes a la vida sacerdotal y religiosa, el tema es la respuesta que hay que dar cuando uno siente este llamado. Por eso damos gracias a Dios por el llamado y por la respuesta de los jóvenes”, indicó.
Al final, monseñor Martínez manifestó lo importante y lindo que es que el Pueblo de Dios acompañe, participe y colabore con el Seminario. (Aica)
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