Dos hombres negaron que Mario Arriola estuviera vinculado al prostíbulo, pero reconocieron que viajó con la adolescente de Buenos Aires a Córdoba “de vacaciones”.
En la tercera jornada del juicio oral y público por trata de personas, dos vecinos de uno de los imputados, Mario Arriola, intentaron desvincular de los hechos que se le acusa. Pero reconocieron que el hombre viajó con la menor a la provincia de Córdoba de “vacaciones”.
El caso que salió a la luz en octubre de 2008, cuando una joven de 16 años regresó a Puerto Iguazú y le confesó a su padre que su mamá la obligó a ejercer la prostitución en Buenos Aires. Ahora están siendo juzgados por el delito de trata de personas Mario Arriola y Estela Martínez.
Ayer, Aníbal Javier Pashina, vecino de Mario Arriola, calificó al imputado como “una excelente persona, siempre ayuda a sus vecinos. Es muy querido en el barrio, bueno y educado».
Además manifestó que en el bar de Mario Arriola, “una sola vez vi que había una señora, pero no conozco a las tres chicas”, haciendo referencia a las jóvenes de 16, 14 y once años llevadas desde Puerto Iguazú por su madre en el 2008.
El hombre que llegó desde Buenos Aires para declarar en el debate, recordó que cuando vio a las hijas de la imputada Estela Martínez en la casa de Mario, “era verano y las chicas estaban vestidas como personas ‘decentes’, estaban normales», dijo Aníbal Pashina.
En tanto Juan Carlos García, comerciante de la localidad bonaerense de Pablo Podestá, donde también funcionaba el prostíbulo, quien además mantiene una amistad con el imputado, explicó que Mario Arriola “tiene un barcito normal, tenía un bañito de mala muerte, funcionaba de 8 a 22. En el bar se comentaba sobre la existencia de un prostíbulo».
Además recordó que en una oportunidad cuidó el local «como una gauchada» porque el imputado se lo pidió ya que iba a viajar «a Córdoba cuatro o cinco días de paseo con una chica que en ese momento tenía 14 años”.
En referencia a Fanny dijo que “sé que la chica estaba allá porque la madre tenía un prostíbulo. Por este motivo él la llevó a su casa. Creo que la mamá de la chica regenteaba el prostíbulo”.
Recordó que Mario Arriola llevó a la menor a vivir a su casa porque el prostíbulo no era un lugar para vivir, pero dejó en claro que el imputado mantenía una relación con la joven. Pero aseguró que no era «forzada», porque siempre la vio «feliz, feliz».
“A la nena se la veía distendida, fumando, siempre hablando por el celular, comiendo papas fritas. Siempre la vi feliz. La madre creo que estaba conforme con la relación que tenía la nena con Mario” dijo Juan Carlos García.
“Fanny y Mario parecían estar enamorados, él vino a Misiones a buscarla para poder tenerla con él”, aseguró García, en relación al segundo viaje que realizó el imputado luego de que la joven regresó de Buenos Aires, el cual le motivó a realizar la denuncia ya que su madre llevó consigo a sus dos hermanas menores.
El tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes 26 de julio para cuando se reprogramó la presencia de testigos que por razones de fuerza mayor no pudieron declarar en la fecha fijada.
